ROMANOS 1
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INTRODUCCIÓN (1.1-15)
Saludo#1.1-7 Las cartas de Pablo siguen la costumbre antigua de comenzar con los nombres del remitente y del destinatario, más un saludo, y seguir con un párrafo de acción de gracias (como en 1.8-15); véase Introducción a las cartas.
1Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado por él a ser apóstol y apartado para anunciar el evangelio#1.1 Evangelio: Véase Índice temático. de Dios.
2Por medio de sus profetas, Dios ya lo había prometido en las santas Escrituras.#1.2 Las santas Escrituras: esto es, lo que llamamos el AT; véase Hch 3.18 n., y cf. 1 Co 15.3-5. 3-4Es el mensaje#1.2-5 Pablo intercala en su saludo un breve bosquejo del mensaje evangélico. relativo a su Hijo Jesucristo, nuestro Señor,#1.3-4 La frase Jesucristo, nuestro Señor, (o “Jesucristo es Señor”) se halla en las más antiguas profesiones de fe; véase Jn 20.28 n., y cf. Hch 2.36; Ro 10.9; Flp 2.11. que como hombre fue descendiente del rey David, pero como espíritu santificador y a partir de su resurrección fue declarado Hijo de Dios y se le dieron plenos poderes.#1.3-4 Pablo distingue en Jesucristo dos aspectos: como hombre (lit. según la carne) era descendiente del rey David y cumplía con las expectativas judías respecto al Mesías (cf. Mt 1.1; Lc 3.23-32); pero a partir de su resurrección inicia una nueva forma de ser y actuar: se convierte en fuente de santificación para los hombres, mediante el Espíritu Santo, y comienza a ejercer los plenos poderes de Hijo de Dios (Hch 2.32-33). En lugar de como espíritu santificador, también puede traducirse según el Espíritu santificador.
5Por medio de Jesucristo, Dios me ha concedido el privilegio de ser su apóstol, para que en todas las naciones haya quienes crean en él y le obedezcan.#1.5 Cf. Ro 16.26, donde la carta termina con esta misma expresión; cf. también Heb 5.9; 1 P 1.22. 6-7Entre ellos estáis también vosotros, que vivís en la ciudad de Roma. Dios os ama, y os ha llamado a ser de Jesucristo y formar parte del pueblo santo.#1.6-7 A formar parte de su pueblo santo: lit. a ser santos. Con esta expresión caracteriza Pablo con frecuencia a la iglesia, el pueblo llamado por Dios (cf. Ro 8.30), santificado en el nombre de Jesucristo y por el Espíritu Santo (cf. 1 Co 6.11). Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre vosotros.
Acción de gracias#1.8-15 Párrafo de acción de gracias, con una oración por los destinatarios (1.1-7 n.). Durante mucho tiempo Pablo había deseado visitar Roma (Hch 19.21; Ro 15.22), deseo que habría de cumplirse más tarde, cuando lo llevaron preso a esa ciudad (Hch 28.16-31; véase Ro 15.25-29 n.).
8En primer lugar, por medio de Jesucristo doy gracias a mi Dios por cada uno de vosotros, porque en todas partes se habla de vuestra fe. 9Dios, a quien sirvo con todo mi corazón anunciando el evangelio de su Hijo, es testigo de que continuamente os recuerdo en mis oraciones; 10y pido siempre a Dios que, si es su voluntad, me conceda ir por fin a visitaros. 11Porque deseo veros y prestaros alguna ayuda espiritual, para que estéis más firmes; 12es decir, para que nos animemos unos a otros con esta fe que vosotros y yo tenemos.
13Quiero que sepáis, hermanos, que muchas veces me he propuesto ir a veros, pero hasta ahora siempre se me han presentado obstáculos. Mi deseo es recoger alguna cosecha espiritual entre vosotros, como la he recogido entre las otras naciones. 14Me siento en deuda con todos, sean cultos o incultos,#1.14 Cultos o incultos: lit. griegos y bárbaros. Los griegos, al igual que los romanos, eran conocidos como gente civilizada; al resto de la humanidad se le consideraba gente inculta. sabios o ignorantes; 15por eso estoy tan ansioso de anunciaros el evangelio también a vosotros, que vivís en Roma.
I. SECCIÓN DOCTRINAL (1.16–11.36)
El evangelio, poder de Dios
16No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios#1.16 1 Co 1.18. para que todos los que creen alcancen la salvación,#1.16 Pablo menciona brevemente, en los vs. 16-17, un tema que desarrollará más ampliamente en el resto de la carta (cf. especialmente 3.21–4.25). Para Pablo, creer significa que el hombre acepta, con todo su ser, la iniciativa salvadora de Dios, realizada por medio de Jesucristo. Esta fe incluye la obediencia (v. 5), se muestra especialmente en las tribulaciones (2 Ts 1.4) y es activa por medio del amor (Gl 5.6). Pablo opone con frecuencia esta fe a los hechos (u obras) del hombre (cf. Ro 9.32) o a la ley (cf. Ro 3.28), para indicar que el hombre no puede alcanzar la salvación por sus propios méritos, sino como un don de Dios ofrecido a todos. Cf. Jn 3.15-16; Ro 10.9-13. los judíos en primer lugar, pero también los que no lo son.#1.16 En primer lugar: Dios había dado a los judíos las promesas (cf. Hch 13.46; Ro 3.1-2; 9.1–11.32). 17Pues el evangelio nos muestra de qué manera Dios nos hace justos:#1.17 De qué manera Dios nos hace justos: lit. la justicia de Dios. Para expresar la obra salvadora de Dios por medio de Jesucristo, Pablo utiliza a veces palabras y conceptos relacionados con la justicia (justicia de Dios, hacer justo, etc.). Así designa la acción de Dios por la cual él hace justo al pecador y lo libra de los poderes del mal, colocándolo en una relación de amistad con él mismo y llamándole a vivir una vida nueva ya en el presente (cf. especialmente Ro 3.21-27; 5.1-2; 8.1-4). Sin embargo, sólo en el juicio final hace Dios la declaración definitiva (Ro 2.5-11). es por fe y solamente por fe.#1.17 Ro 3.28; Gl 2.16,20. Por fe, y solamente por fe: lit. de fe a fe. Así lo dicen las Escrituras: “El justo por la fe vivirá.”#1.17 Hab 2.4, citado también en Gl 3.11; Heb 10.38. La cita puede traducirse como El que por la fe es justo, vivirá, o El que es justo, vivirá por la fe; Pablo la aplica en el primer sentido.
1. El mundo pagano (1.18-32)
La culpabilidad humana
18Vemos que Dios manifiesta su ira castigando desde el cielo a toda la gente mala e injusta#1.18 Ef 5.6; Col 3.6. que con su maldad impide que se conozca la verdad. 19Lo que de Dios se puede conocer, ellos lo conocen muy bien, porque él mismo se lo ha mostrado; 20pues lo invisible de Dios puede llegar a conocerse si se reflexiona en sus hechos.#1.19-20 Sab 13.1-9. Véase Ro 2.14-15 n. En efecto, desde que el mundo fue creado, se ha podido ver claramente que él es Dios#1.20 Cf. Sal 19.1-4. y que su poder nunca tendrá fin. Por eso los malvados no tienen disculpa, 21pues aunque han conocido a Dios, no lo han honrado como a Dios ni le han dado gracias. Al contrario, han terminado pensando puras tonterías, y su necia mente se ha quedado a oscuras.#1.21 Ef 4.17-18. 22Decían ser sabios, pero se hicieron tontos,#1.22 Sal 14.1; 1 Co 1.20. 23pues cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes del hombre mortal, e incluso por imágenes de aves, cuadrúpedos y reptiles.#1.23 Sal 106.20.
24Por lo cual, Dios los ha abandonado a sus impuros deseos,#1.24 Cf. Ef 4.19; 2 Ts 2.10-12. y unos con otros han cometido acciones vergonzosas. 25En lugar de la verdad de Dios han buscado la mentira,#1.25 En lugar... la mentira: También puede traducirse En lugar de seguir al Dios verdadero, han seguido a dioses falsos. y han honrado y adorado las cosas creadas por Dios y no a Dios mismo, que las creó y merece alabanza por siempre. Amén.#1.25 Amén: palabra hebrea, usada en el AT y en el culto judío especialmente para concluir y reafirmar una oración (cf. Sal 41.13; 72.19; etc.); a veces se traduce al castellano por “así sea”. Los cristianos de habla griega siguieron usándola en la misma forma y con igual sentido. Véase también 1 Co 14.16 n., y cf. 2 Co 1.20.
26Por eso, Dios los ha abandonado a pasiones vergonzosas. Incluso sus mujeres han cambiado las relaciones naturales por las que van contra naturaleza; 27y, de la misma manera, los hombres han dejado sus relaciones naturales con la mujer y arden en malos deseos los unos por los otros. Hombres con hombres cometen actos vergonzosos#1.27 1 Co 6.9-10. y sufren en su propio cuerpo el castigo de su perversión.
28Como no quisieron reconocer a Dios, él los ha abandonado a sus perversos pensamientos, para que hagan lo que no deben hacer. 29Están llenos de toda clase de injusticia,#1.29 Algunos mss. añaden aquí prostitución. perversidad, avaricia y maldad. Son envidiosos, asesinos, pendencieros, engañadores, perversos y chismosos. 30Hablan mal de los demás, son enemigos de Dios, insolentes, vanidosos y soberbios; inventan maldades, desobedecen a los padres, 31son insensatos, no cumplen su palabra, no tienen cariño a nadie, no perdonan, no sienten compasión.#1.31 Este catálogo de vicios tiene sus paralelos en la literatura judía de la época e incluso en la no judía. Véase Vicios, Catálogos de en el Índice temático. 32Saben muy bien que Dios ha decretado la muerte contra quienes hacen estas cosas; sin embargo las siguen haciendo, y hasta ven con gusto que otros las hagan.#1.24-32 Cf. Sab 14.22-31; Gl 5.19-21.
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Sociedad Bíblica de España