SALMOS 150
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SALMO 150
Alabanza universal al Señor#Salmo 150 El libro de Salmos concluye con este canto de alabanza al Señor. El imperativo ¡Alabad!, repetido diez veces, se dirige no solamente a la comunidad del Señor, congregada en el templo, sino también a los habitantes del cielo y a todos los seres vivientes (vs. 1,6).
1¡Aleluya!
¡Alabad a Dios en su santuario!
¡Alabadle en su majestuosa bóveda celeste!
2¡Alabadle por sus hechos poderosos!
¡Alabadle por su grandeza infinita!
3¡Alabadle con toques de trompeta!
¡Alabadle con arpa y salterio!
4¡Alabadle danzando al son de panderos!
¡Alabadle con flautas e instrumentos de cuerda!
5¡Alabadle con platillos sonoros!
¡Alabadle con platillos vibrantes!#150.3-5 Estos instrumentos musicales solían acompañar los cantos en la liturgia del templo. Cf. 1 Cr 15.16; Sal 149.3.
6¡Que todo lo que respira alabe al Señor!
¡Aleluya!
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SALMOS 150: DHHE
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