YouVersion Logo
Search Icon

ISAÍAS 50

50
1El Señor dice:
“¡No creáis que yo repudié a Israel, vuestra madre,
como un hombre repudia a su mujer,
o que os vendí como esclavos
porque tuviera deudas con alguno!
Vosotros fuisteis vendidos porque pecasteis;
Israel, vuestra madre, fue repudiada
porque fuisteis rebeldes.#50.1 El Señor refuta a los israelitas que lo acusan de haber rechazado a Israel sin motivo suficiente y de una manera definitiva. En realidad, ha habido una separación transitoria, pero no un divorcio, y, por lo tanto, no existe ningún impedimento para que la unión matrimonial pueda rehacerse (cf. Dt 24.1-4; Jer 3.1,8). Además, el Señor no se ha comportado como un padre de familia que vende a sus hijos como esclavos para pagar sus deudas (cf. Ex 21.7; 2 R 4.1; Neh 5.5; Bar 4.6).
2¿Por qué, cuando yo vine, no encontré a nadie?
¿Por qué, cuando llamé, nadie me respondió?
¿Creísteis acaso que yo no sería capaz de rescataros?#50.2 ¿Creísteis... rescataros?: lit. ¿acaso mi mano es demasiado corta para rescataros? En este contexto, la mano es símbolo de poder. Cf. Ex 15.6.
¿Creísteis acaso que no podría liberaros?
Basta una orden mía para que se seque el mar
y los ríos se conviertan en desierto;
para que los peces se mueran de sed
y se pudran por falta de agua.
3Yo visto el cielo de luto
y lo cubro con vestido de tristeza.”
Confianza del siervo del Señor
4El Señor me ha instruido
para que yo consuele a los cansados
con palabras de aliento.
Todas las mañanas me hace estar atento
para que escuche dócilmente.#50.4-9 Este es el tercero de los “Cantos del Siervo sufriente” (véase Is 42.1-9 n.). Una vez más, el Siervo se refiere a su misión profética y expresa su confianza en la ayuda divina (cf. vs. 7-9). Esta misión consiste en anunciar el mensaje que ha recibido del Señor, y ahora se especifica que son palabras de consuelo para los que están cansados (v. 4). Además, se acentúa el aspecto doloroso de la misión que se le ha confiado: ya no se trata solamente de la duda sobre el éxito de sus esfuerzos (cf. Is 49.4) sino de una abierta hostilidad que llega hasta la agresión física (v. 6).
5El Señor me ha dado entendimiento,
y yo no me he resistido
ni le he vuelto las espaldas.
6Ofrecí mis espaldas para que me azotaran,
y dejé que me arrancaran la barba.
No retiré la cara
de los que me insultaban y escupían.#50.6 Cf. Mt 26.67; Mc 14.65.
7El Señor es quien me ayuda:
por eso no me hieren los insultos;
por eso me mantengo firme como una roca,
pues sé que no quedaré en ridículo.#50.6-7 La situación del Siervo sufriente tiene muchas semejanzas con la que se describe en las “confesiones” del profeta Jeremías (véase Jer 11.18–12.6 n.). Sin embargo, las diferencias son también significativas: al contrario que Jeremías, el Siervo acepta sus padecimientos sin quejas ni reproches (cf. Jer 15.18) y no reclama venganza contra sus enemigos y perseguidores (cf. Jer 11.20; 15.15). Él sabe que el Señor está de su parte (cf. vs. 8-9) y que su recompensa está en las manos de Dios (Is 49.4).
8A mi lado está mi defensor:
¿Alguien tiene algo en contra mía?
¡Vayamos juntos ante el juez!
¿Alguien se cree con derecho a acusarme?
¡Que venga y me lo diga!
9El Señor es quien me ayuda;
¿quién podrá condenarme?
Todos mis enemigos desaparecerán
como vestido comido por la polilla.#50.8-9 Cf. Ro 8.33-34.
10Vosotros que honráis al Señor
y escucháis la voz de su siervo:
si camináis en la oscuridad,
sin un rayo de luz,
poned vuestra confianza en el Señor;
apoyaos en vuestro Dios.#50.10 Este v. y el siguiente contienen una promesa de salvación para los que siguen las enseñanzas del Siervo del Señor y un anuncio de condenación para sus enemigos y perseguidores. Cf. Is 53.7-9.
11Pero todos los que prendéis fuego
y preparáis flechas encendidas,
caeréis en las llamas de vuestro propio fuego,
bajo las flechas que vosotros mismos encendisteis.
El Señor os enviará este castigo
y quedaréis tendidos en medio de tormentos.

Currently Selected:

ISAÍAS 50: DHHE

Highlight

Share

Copy

None

Want to have your highlights saved across all your devices? Sign up or sign in