AMÓS 5
5
Llamamiento a volverse a Dios
1Oíd mis palabras, israelitas;
escuchad el lamento que entono#5.1 El lamento que entono: Amós utiliza aquí una forma poética propia de los ritos funerarios (cf. 2 S 1.17-27; Jer 9.17-19). contra vosotros:
2La bella y pura Israel#5.2 Israel es como una joven virgen que muere sin haber conocido el gozo de la unión matrimonial. Cf. en Is 47 el lamento por la caída de Babilonia. ha caído;
cayó para no levantarse más.
Quedó tendida sobre su propio suelo
y no hay quien la levante.
3Así dice Dios el Señor a los israelitas:
“Si una ciudad manda mil hombres a la guerra,
solo cien volverán con vida;
y si una ciudad manda cien,
solo diez regresarán.”#5.3 Cf. Am 3.12. Estas cifras se refieren al número de soldados que integraban las distintas divisiones de las fuerzas militares de Israel. Cf. 2 S 18.1.
4Así dice el Señor a los israelitas:
“Acudid a mí, y viviréis.
5No acudáis a Betel,
no vayáis a Guilgal
ni paséis por Beerseba,#5.5 Los lugares que aquí se mencionan eran santuarios muy antiguos, donde el culto al Señor se había contaminado con numerosas prácticas idolátricas. Véanse Am 3.14 nota k; 4.4 nota d.
porque Guilgal irá sin remedio al destierro#5.5 Al destierro: es decir, a Asiria (véase Am 3.11 n.).
y Betel quedará convertida en ruinas.”
6Acudid al Señor, y viviréis;
de otro modo, él enviará fuego#5.6 Fuego: Véase Am 1.4 n. sobre el reino de Israel#5.6 Israel: lit. la casa de José, expresión que el AT emplea a veces para designar al reino del norte, ya que una parte de su población descendía de Efraín y Manasés, hijos de José (Gn 41.50-52). Véanse Sal 80.1-2 n.; 81.5 nota f.
y no habrá en Betel quien lo apague.
7¡Ay de vosotros, que convertís la justicia en amargura
y arrastráis por los suelos el derecho!
8-9El Señor, que hizo las Pléyades y el Orión,#5.8-9 Las Pléyades y el Orión: constelaciones o grupos de estrellas (Job 9.9; 38.31). Véase Am 4.13 n.
es quien convierte la noche en día,
y el día en noche oscura;
quien llama a las aguas del mar
y las derrama sobre la tierra;
quien desencadena la ruina sobre la fortaleza
y la hace llegar sobre la fortificación.#5.8-9 Quien desencadena... la fortificación: otra posible traducción: quien hace que Tauro brille tras Capricornio y que se ponga después de Arcturo. Esta última interpretación introduce algunos cambios en el texto hebreo, que dan como resultado la mención de las dos constelaciones (Tauro y Capricornio) y de la estrella Arcturo.
El Señor, ese es su nombre.
10¡Ay de vosotros, que odiáis al defensor de la justicia#5.10 Defensor de la justicia: lit. que reprueba en la puerta. Alusión al tribunal que se reunía a las puertas de la ciudad para resolver los pleitos y causas judiciales. Cf. Rt 4.1.
y detestáis al testigo honrado!
11Puesto que pisoteáis al pobre
y le cobráis impuestos de trigo,
no podréis vivir en las casas de piedra que habéis construido
ni beberéis el vino de las viñas que habéis plantado.
12Yo conozco vuestras muchas maldades
y vuestras pecados sin fin:
oprimís al justo, recibís soborno
y en los tribunales hacéis que el pobre pierda su causa.
13Por eso, el que es sabio se calla,
porque el tiempo es malo.
14Buscad el bien y no el mal, y viviréis;
así será verdad lo que decís:
que el Señor, el Dios todopoderoso, está con vosotros.
15¡Odiad el mal! ¡Amad el bien!
Aseguraos de que en los tribunales se hace justicia;
quizá entonces el Señor, el Dios todopoderoso,
tendrá piedad de los sobrevivientes#5.15 Los sobrevivientes: Cf. Am 3.12. de Israel.#5.15 Israel: lit. José. Véase Am 5.6 nota g.
16Así dice el Señor, el Dios todopoderoso:
“En todas las plazas habrá llanto,
en todas las calles habrá gritos de dolor.
Llamarán al duelo a los campesinos,
y a los llorones profesionales, al llanto.#5.16 Llorones profesionales: Cf. Jer 9.17-22; véase Mt 9.23 n.
17En todas las viñas#5.17 Los viñedos, en tiempos normales, eran sitios donde reinaba la alegría, especialmente cuando se celebraba la fiesta de la vendimia. Véase Sal 4.7 n. llorarán
cuando yo venga a castigaros.”
Lo dice el Señor.
18¡Ay#5.18 ¡Ay!: Véase Am 3.1-8 n. de los que ansían que llegue el día del Señor!#5.18 Como Amós es el más antiguo de los escritos proféticos, puede afirmarse casi con total certeza que en los vs. 18-20 se encuentra la referencia más antigua al día del Señor. El profeta da por supuesto que sus oyentes ya conocían tal expresión y, por eso, lo que él hace es corregir la interpretación popular: el día del Señor no será, como creía y esperaba la mayoría del pueblo, un día de triunfo y liberación para Israel, sino un día de justicia y destrucción a causa de los pecados (véase Am 3.2 nota c). Acerca de este importante tema profético, cf. Is 2.12- 22; 13.6-10; Jer 46.10; Ez 7.19; Jl 1.15-20; 2.1-11; Zac 14.1; Mal 4.5.
¿Sabéis cómo va a ser para vosotros aquel día?
Será día de oscuridad y no de luz.
19Será como cuando uno huye de un león
y se topa con un oso,
o como cuando uno entra en su casa,
se apoya en la pared
y le muerde una culebra.
20Sí, el día del Señor será de oscuridad y no de luz;
de densa oscuridad, sin claridad alguna.
21“Odio y desprecio las fiestas religiosas que vosotros celebráis;
me disgustan vuestras reuniones solemnes.
22No quiero los holocaustos que ofrecéis en mi honor
ni vuestras ofrendas de cereales;
no aceptaré los gordos becerros
de vuestros sacrificios de reconciliación.#5.21-22 Is 1.11-14.
23¡Alejad de mí el ruido de vuestros cantos!
¡No quiero oir el sonido de vuestras arpas!
24Pero que fluya como agua la justicia,
y la honradez como un manantial inagotable.#5.21-24 Una vez más, y en lenguaje particularmente duro, Amós condena las ceremonias y fiestas religiosas que los israelitas celebraban con tanto celo y ostentación. Todas esas prácticas carecen de valor si aquellos que las realizan se olvidan de lo más importante: la justicia y la honradez en las relaciones con el prójimo (v. 24). Véase Am 4.4-5 n. Cf. también 1 S 15.22; Pr 21.3; Jer 7.22-23; Os 6.6; Miq 6.6-8.
25“Israelitas, ¿acaso en los cuarenta años del desierto me ofrecisteis sacrificios y ofrendas? 26Ahora, sin embargo, tendréis que cargar con vuestro rey Sicut y vuestra estrella Quiiún,#5.26 Sicut... Quiiún: El texto hebreo registra así los nombres de los dioses asirios o babilonios Sacut y Keiwan (asociados con el planeta Saturno). Esto se debe a que en lugar de sus vocales propias se pusieron a estos nombres las vocales de la palabra hebrea siqus, que significa abominación. imágenes de dioses que vosotros mismos os habéis hecho. 27Os lanzaré al destierro, más allá de Damasco.”#5.27 Más allá de Damasco: alusión al destierro de Israel en el año 721 a.C. (2 R 17.3-6,18). Cf. Am 5.5; 6.7; 7.11,17. #5.25-27 Citado en Hch 7.42-43 con algunas variantes en los nombres de los dioses. Lo dice el Señor, el Dios todopoderoso. Ese es su nombre.
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AMÓS 5: DHHE
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Sociedad Bíblica de España