BARUC 1
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I. NARRACIÓN INTRODUCTORIA (1.1-14)
Reunión en Babilonia
1Este es el libro que Baruc, hijo de Nerías#1.1 Jer 36.4. Sobre la atribución del libro a Baruc, secretario de Jeremías, véase la Introducción. y descendiente de Maaseías, Sedequías, Hasadías e Hilquías, escribió en Babilonia#1.1 Según Jer 43.6-7, Jeremías y Baruc salieron para Egipto. Estas y otras indicaciones muestran que el texto pretende crear un marco más bien literario que histórico. 2el día siete del mes, en el quinto año#1.2 El día siete del mes, en el quinto año: Probablemente se refiere al quinto mes. Según 2 R 25.8, la destrucción del templo y de la ciudad habían ocurrido el día siete del mes quinto del año diecinueve del reinado de Nabucodonosor (586 a.C.). Parece que esa fecha se celebraba como día de duelo (cf. Zac 7.3). El año indicado correspondería al 582 o al 581 a.C. después que los caldeos se apoderaran de Jerusalén y la incendiaran.
3Baruc leyó este libro delante de Jeconías,#1.3 2 R 24.8-17; Jer 24.1. hijo de Joaquim, rey de Judá, y delante de todas las personas que se habían reunido para oirle. 4También le escucharon los funcionarios del gobierno y los miembros de la familia real, los ancianos y gente del pueblo de toda condición social, es decir, todos los que vivían en Babilonia, a orillas del río Sud. 5Al oirle, la gente se puso a llorar, a ayunar y a orar al Señor. 6También reunieron dinero, según lo que cada uno podía dar, 7y lo enviaron a Jerusalén, al sumo sacerdote Joaquim, hijo de Hilquías y nieto de Salom, y a los otros sacerdotes y a la gente que se encontraba con él en Jerusalén.#1.7 Aun después de la destrucción del templo, se mantenía el culto, aunque en forma rudimentaria (cf. Jer 41.5). 8Este envío se hizo el día diez del mes de Siván,#1.8 Siván: mes correspondiente a mayo-junio. cuando Baruc recibió los utensilios que se habían llevado del templo, para devolverlos al país de Judá.#1.8 Según Esd 1.7-11, fue el rey persa Ciro quien devolvió los utensilios del templo. Véase 1.1 nota b. Se trataba de los utensilios de plata que había mandado hacer Sedequías,#1.8 2 R 24.18–25.7. hijo de Josías, rey de Judá, 9después que el rey Nabucodonosor de Babilonia hiciera salir de Jerusalén y deportara a Babilonia a Jeconías, a los funcionarios del gobierno, a los jefes, a los cerrajeros#1.9 Cerrajeros: texto probable (cf. Jer 24.1). Gr. prisioneros. y a la gente del pueblo.#1.9 2 R 24.14; Jer 24.1.
10Ese dinero lo mandaron junto con el siguiente mensaje: “Os enviamos este dinero para que tengáis con qué ofrecer holocaustos, sacrificios por el pecado e incienso. Preparad ofrendas y ofrecedlas sobre el altar del Señor nuestro Dios. 11Haced oraciones por el rey Nabucodonosor de Babilonia y por su hijo Belsasar,#1.11 Jer 29.7. para que vivan en la tierra tantos años como dure el cielo. 12El Señor nos dará fuerzas e iluminará nuestros ojos para que sigamos viviendo bajo la protección del rey Nabucodonosor y de su hijo Belsasar, y para que sigamos sirviéndole durante mucho tiempo; y así ellos nos tratarán favorablemente. 13Orad también al Señor nuestro Dios por nosotros, pues hemos pecado contra él; por eso, hasta el día de hoy el Señor no ha apartado de nosotros su ira y su enojo.
14“Cuando os reunáis en el templo para celebrar la fiesta de las Enramadas,#1.14 La fiesta de las Enramadas: lit. la fiesta. Véase Fiestas en el Índice temático. y en otros días oportunos, leed este libro que os enviamos y confesad vuestros pecados.
II. ORACIÓN PENITENCIAL (1.15–3.8)#1.15–3.8 Esta oración penitencial se compone de dos partes. La primera (1.15–2.10) es una confesión de los pecados de Israel. La segunda (2.11–3.8) es una súplica por la liberación, confiada en las promesas hechas por Dios. Esta oración es muy semejante a la de Dn 9.4-19.
Confesión de los pecados de Israel
15-16Decid:
‘Al Señor nuestro Dios pertenece la justicia; a nosotros, en cambio, a los habitantes de Judá y de Jerusalén, lo mismo que a nuestros reyes, gobernantes, sacerdotes y profetas, y a nuestros padres, toca ahora la humillación.#1.15-18 Dn 9.7-10; Dn (dc) 3.29-31. 17Porque hemos pecado contra el Señor, 18le desobedecimos y no le hicimos caso cuando nos ordenaba que viviéramos según las leyes que había puesto delante de nosotros. 19Desde el día en que el Señor nuestro Dios sacó a nuestros antepasados del país de Egipto hasta hoy, le hemos sido desobedientes y no hemos tenido cuidado de hacer caso de sus mandatos. 20Por eso nos han venido tantos males, y estamos ahora bajo la maldición que el Señor ordenó pronunciar a su siervo Moisés cuando sacó de Egipto a nuestros antepasados, para darnos la tierra en que la leche y la miel corren como el agua.#1.20 Dt 28. 21Tampoco hemos hecho caso de lo que el Señor nuestro Dios nos ha dicho en todos los mensajes de los profetas que nos ha enviado. 22Cada cual ha seguido las malas inclinaciones de su corazón; hemos dado culto a dioses extraños y hemos hecho cosas que son malas a los ojos del Señor nuestro Dios.
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Dios Habla Hoy (DHH) versión española Copyright © Sociedad Bíblica de España, 1992 Utilizada con permiso