Por tanto, ¡todas estas grandes personas que fueron pioneras en la fe, iluminando el camino, están a nuestro alrededor como testigos! Por eso, debemos dejar de lado cualquier cosa que nos impida avanzar, en especial el pecado que es un estorbo, pues la vida es una carrera que exige resistencia, paciencia y disciplina, así que corramos sin desistir la carrera que tenemos por delante. Fijando la mirada en el autor y perfeccionador de nuestra fe, Jesús, el mejor ejemplo de fe, que miró el dolor con los ojos de la fe para redención, soportando la cruz y el maltrato, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.