Negarse a Uno Mismo Para Seguir a JesúsSample

Negarnos a nosotros mismos para hacer la voluntad de Dios

Versículo clave: “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame" (Mateo 16:24, RVR1960).

El llamado de Jesús a negarse a uno mismo resuena profundamente en el contexto cultural del primer siglo, donde el honor y el estatus social eran esenciales. Negarse a sí mismo implicaba dejar de lado ambiciones personales y la búsqueda de reconocimiento. Para los discípulos, seguir a Jesús significaba renunciar a la vida cómoda y segura que conocían, enfrentándose a la persecución y al sacrificio.

Nuestro primer viaje misionero fue a Samaná, República Dominicana y, al igual que los discípulos, experimentamos el desafío de dejar atrás nuestras comodidades. Aprendimos que negarnos a nosotros mismos implica más que simplemente renunciar a cosas materiales; es un llamado a priorizar el propósito de Dios en un mundo que a menudo valora el éxito personal. Cuando mi esposo John y yo tomamos la decisión de llevar a nuestros cuatro hijos a una misión de tres meses, sabíamos que nos enfrentábamos a grandes desafíos.

A pesar de los desafíos que enfrentamos en Samaná, este viaje fue una experiencia que transformó nuestras vidas. Tuvimos que dejar nuestras comodidades, nuestras rutinas y hasta ciertos planes personales. Sin embargo, el llamado de Dios era claro, y sentimos que era un tiempo para rendir todo a Su voluntad.

Negarnos a nosotros mismos no siempre es fácil. En Samaná, hubo días en los que enfrentamos agotamiento físico, problemas con la electricidad y agua, y la necesidad de adaptarnos a un ritmo de vida diferente. Sin embargo, aprendimos que negarnos a nosotros mismos no es solo dejar cosas materiales o confort; es poner en primer lugar el propósito de Dios, incluso cuando eso requiere sacrificios personales. Al ver las sonrisas de los niños que conocimos y la comunidad que servimos, comprendimos que vale la pena dejar todo por seguir a Jesús.

Reflexión: ¿En qué áreas de tu vida te está pidiendo Dios que te niegues a ti mismo para seguirle más de cerca? ¿Qué te cuesta entregar? Ora para que el Señor te dé fuerzas para tomar tu cruz y seguirle cada día.