Sé el mejor papá para tus hijosSample
¿Cuán lejos estás dispuesto a llegar?
Un árbol no crece hasta la mitad de su tamaño natural y se cuestiona si hasta esa altura es suficiente. Por el contrario, entierra sus raíces tan profundamente como pueda. Saca todo el alimento posible y crece a la altura máxima de su especie. Luego, mira hacia abajo como para recordarnos en lo que podríamos transformarnos si nosotros hiciéramos todo lo que podemos.
¿Por qué es que los seres humanos, la creación con más semejanza al Creador, no lucha para aprovechar su potencial al máximo? ¿Por qué nos permitimos detenernos a medio camino? ¿Por qué no estamos luchando constantemente para transformarnos en todo lo que podemos llegar a ser? ¿Por qué no nos esforzamos por ser mejores padres para nuestros hijos? Parece que todas las formas de vida de este planeta tratan de lograr su potencial máximo, excepto los seres humanos.
Dios nos ha dado muchas capacidades para explotarlas pero, lamentablemente, nosotros nos conformamos con el mínimo esfuerzo. Dios tiene preparado un banquete extraordinario donde tenemos de todo para comer; pero nosotros nos conformamos con una simple hamburguesa.
La zona de confort es una trampa
Cada uno de nosotros tiene dos opciones concretas para decidir lo que va hacer con su vida: Podemos ser conformistas y ser menos de lo que podemos llegar a ser, ganar lo mínimo, leer lo estrictamente necesario, ajustarnos a las ideas de otros, rendirnos al primer intento, tener una vida desordena. Es decir, conformarnos con una vida vacía, pero llena de desconfianza y conformismo.
Como padres, creemos que lo que hacemos ya es suficiente y nos sentimos a gusto como estamos. Pero esa comodidad es una trampa porque nos impide construir mejores vínculos con nuestros hijos.
Todo en la vida requiere aprendizaje constante. Para ser un buen papá no puedes darte el lujo de conformarte con lo que sabes: tienes que seguir aprendiendo y creciendo.
Cuando salimos de la zona de confort podemos alcanzar las metas y posición que deseamos, instruirnos al máximo, dar y compartir cuanto sea posible, crear y producir cosas que ni pensábamos: tener una vida plena, tanto para nosotros como para nuestros hijos.
Todos tenemos estas dos opciones: hacer o no hacer, ser o no ser, serlo todo o no ser nada.
Al igual que el árbol, debemos extendernos en dirección vertical y horizontal hasta alcanzar la medida completa de nuestra capacidad. Si Dios nos ha dado la capacidad, ¿por qué no hacerlo? Depende de ti lograrlo o rendirte antes de empezar.
Scripture
About this Plan
Tus hijos no necesitan al mejor papá del mundo... ¡te necesitan a ti! Fuiste diseñado para ser el mejor padre para tus hijos, y puedes lograrlo con la ayuda de Dios. ¡Él es el mejor Padre por excelencia! En este plan te ayudaremos a conocer a Dios como Padre para que puedas amar, enseñar y corregir como Él.
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