Errores que debes evitar al leer la BibliaSample

NO PODEMOS APLICAR UN PASAJE SIN SABER EL PROPÓSITO PRIMARIO POR EL CUÁL FUE ESCRITO

Buscamos las respuestas a nuestros problemas, y como hemos dicho, Dios los conoce y le importan. Sin embargo, no es el enfoque primario al leer la Biblia. Si deseamos vivir la Palabra de Dios o aplicar sus verdades, necesitamos entender lo que estamos leyendo.

Recuerda que la Biblia fue escrita hace muchos años a una audiencia primaria, en un tiempo específico y en una situación específica. Lo maravilloso es que esas verdades escritas son vida y por ello hoy tienen una aplicación para nosotras.

La Biblia nos dice esto: “Porque todo lo que fue escrito en tiempos pasados, para nuestra enseñanza se escribió, a fin de que por medio de la paciencia y del consuelo de las Escrituras tengamos esperanza” (Ro 15:4).

La paciencia, la perseverancia y el deseo de conocer a Dios son clave. Lee los versículos en silencio y en voz alta, puedes cantarlos y escribirlos, para que los recuerdes durante varios días.

Puedes elegir un pasaje bíblico para leer y meditar en él durante los próximos días—otra vez, no hay prisa—. Puedes memorizar un versículo y repetirlo durante el día, y anotar en una libreta el contexto histórico. Algunas cartas o libros indican en qué momento de la historia están cuando mencionan ciudades, tiempos, reyes o celebraciones. Puedes utilizar biblias de estudio o comentarios bíblicos para ayudarte.

Busca algún artículo para complementar tu investigación y meditación. No dejes de orar. Dedica un tiempo para pedir a tu Padre que te ayude a enraizar su Palabra en tu corazón y mente para que tu boca la confiese a todo aquel que esté contigo.

APRENDE-VIVE-LIDERA

• Aprende: Lee Deuteronomio 7:6-9. Escribe lo que significó para Israel y lo que ahora significa para ti por la fe en Cristo.
• Vive: ¿Has aplicado la Palabra de Dios sin conocer su contexto?
• Lidera: Comparte este mensaje.

ORACIÓN

Oremos. Señor, gracias por tu Palabra para vivirla. Gracias porque no es un mensaje estático, sino uno vivo que me transforma día a día. Perdóname por las veces que solo corro a aplicarla sin realmente deleitarme en lo que has escrito para mí. Ayúdame a aplicarla de acuerdo a como la escribiste primero, a memorizarla, cantarla, y orarla para que sea parte de mí. En Cristo, amén.