Errores que debes evitar al leer la BibliaSample

TU HISTORIA NECESITA CONOCER A CRISTO PARA RESPONDER A DIOS EN MEDIO DE ELLA

Vivimos con una condición caída idéntica a la de los personajes de la Biblia, y a pesar de que tu historia sea similar a la de un personaje bíblico, recuerda que en Cristo hay esperanza y Dios puede redimir tu historia de una forma única y especial.

¿A qué me refiero? Las historias en la Biblia están ahí con dos propósitos. El primero es para mostrarte que el corazón del hombre después de Génesis 3 —la caída— siempre busca lo suyo antes que a Dios, a menos que Él venga a ellos. Precisamente es ahí donde las historias pueden parecerse a las nuestras.

El segundo propósito es para ver el obrar de Dios en cada historia. Dios hará justicia o salvará. Verás que Dios es el mismo de ayer, de hoy y de siempre (Stg 1:17); Dios no cambia. Además, su plan siempre ha sido salvar a los suyos y hacer justicia contra los que lo rechazan.

En medio de estos dos propósitos nos encontramos con el mensaje de salvación. Para pasar de un corazón que es dado al mal necesitamos conocer cómo obra Dios y qué dice de Él mismo.

La Biblia dice que nuestro propósito es ser cómo Cristo (Ro 8:29), es a Él a quien debemos imitar porque Él es el medio para hacerlo.

Así que cuando leas, haz preguntas sobre el texto: ¿Qué solución da Dios a este problema? ¿Cuál es el problema o la situación espiritual de los personajes? ¿Cómo puedo aplicar esta solución que Dios enseña hoy a mi vida por medio de la obra de Cristo?

APRENDE-VIVE-LIDERA

• Aprende: ¿Por qué debes buscar la redención en las historias de la Biblia?
• Vive: Lee 2 Samuel 12:1-25 como la redención de la historia de David, y lee el Salmo 51 como la respuesta de David.
• Lidera: Comparte este mensaje.

ORACIÓN

Oremos. Señor, gracias por tu salvación; gracias por continuarla en mi vida. Perdóname por leer la Biblia sin esperanza y gozo. Ayúdame a ver tu carácter y propósito salvador en las historias de la Palabra que están allí para llevarme a ti. En Cristo, amén.