Baverset oyo Eyebani Mpenza ewuti na S. Juan 12

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Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.

El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.

De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.

Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.

Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.

Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.

tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!

Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.