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JUAN 3:16
La Palabra (versión hispanoamericana)
Tanto amó Dios al mundo, que no dudó en entregarle a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino tenga vida eterna.
Bera saman
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JUAN 3:17
Pues no envió Dios a su Hijo para dictar sentencia de condenación contra el mundo, sino para que por medio de él se salve el mundo.
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JUAN 3:3
Jesús le respondió: —Pues yo te aseguro que solo el que nazca de nuevo podrá alcanzar el reino de Dios.
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4
JUAN 3:18
El que cree en el Hijo no será condenado; en cambio, el que no cree en él, ya está condenado por no haber creído en el Hijo único de Dios.
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5
JUAN 3:19
La causa de esta condenación está en que, habiendo venido la luz al mundo, los seres humanos prefirieron las tinieblas a la luz, pues su conducta era mala.
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JUAN 3:30
Él debe brillar cada vez más, mientras yo he de ir quedando en la sombra.
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7
JUAN 3:20
En efecto, todos los que se comportan mal, detestan y rehúyen la luz, por miedo a que su conducta quede al descubierto.
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JUAN 3:36
El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; pero quien no cree en él, no experimentará esa vida, sino que está bajo el peso de la ira de Dios.
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9
JUAN 3:14
Lo mismo que Moisés levantó la serpiente de bronce en el desierto, el Hijo del hombre tiene que ser levantado en alto
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10
JUAN 3:35
El Padre ama al Hijo y ha puesto todas las cosas en sus manos.
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