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El Silencio de Dios - Primera Parte

El Silencio de Dios - Primera Parte

Artículo que habla sobre cuando Dios guarda silencio en nuestra vida y de como en lugar de atemorizarnos debe darnos esperanza porque significa que está obrando para darnos una bendición pronto.

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Monday 2:30 PM

Por qué Dios guarda silencio? ¿Por qué Dios no responde? Quizás ahora mismo te estás preguntando precisamente estas cosas. Cuando Dios permanece en silencio es porque Él está obrando de maneras que no imaginas para bien de tu vida y de los demás. Seguramente te has preguntado qué pasó entre el último libro del Antiguo Testamento y el primer Evangelio del Nuevo Testamento. Durante cuatro siglos Dios permaneció callado ante su pueblo, Israel. Los judíos tuvieron que soportar 400 años de silencio de parte de Dios. Ningún profeta trajo algún mensaje para el pueblo. ¿Qué era lo que estaba pasando? Simplemente Dios dejó de hablar con ellos porque algo más grande estaba por suceder para toda la humanidad, la llegada del Mesías.

DIOS GUARDÓ SILENCIO

Los 400 años de silencio, el período intertestamentario, es el lapso de la historia en la que Dios dejó de comunicarse con su pueblo. Es el tiempo entre la liberación del cautiverio babilónico, y la venida de Jesucristo, el Mesías. De hecho, uno de los últimos profetas al que Dios le habló fue Malaquías, a quien le dio un mensaje de confrontación por los pecados del pueblo y los llamó a restaurar su comunión con Dios, pues ya habían sufrido las consecuencias de su desobediencia en el cautiverio, y sin embargo seguían alejándose del Señor y no tomaban en cuenta Su Palabra con sinceridad.
Durante ese período sucedieron muchos cambios en el pueblo de Israel y en la historia de la humanidad. Según datos históricos podemos afirmar que tres imperios fueron los que predominaron en esos años, el imperio Persa (Aproximadamente del 539 al 332 AC), el imperio Griego (del 331 al 63 AC) y el imperio Romano que comenzó en el 62 AC y que llegó mucho después del 70 DC. En esos años Dios estaba obrando “tras bambalinas” en la historia del mundo entero. Aunque no hablaba de forma audible a sus profetas, Él estaba preparando el escenario para la venida del Salvador, el Mesías, Jesucristo, nuestro Redentor.
ESPERANDO UNA RESPUESTA DE DIOS

En el período intertestamentario, los israelitas fueron liberados de los 70 años del cautiverio babilónico, pero luego comenzaron a sufrir por estar bajo el poderío de diferentes imperios. Primero fueron gobernados por el imperio pérsico, luego fueron invadidos e influenciados por los griegos y después por los romanos. En medio de esas circunstancias, el pueblo de Dios trataba de rescatar las leyes divinas y seguirlas al pie de la letra, sin embargo Dios seguía en silencio. Allá por el 204 al 167 AC, fueron oprimidos por un rey sirio, Antíoco IV, quien destruyó su templo, el que Nehemías había reconstruido, y ese templo fue dedicado a Zeus. Más tarde en el 167 al 63 AC, surgió el grupo de los Macabeos con el fin de defender y retomar el templo de Israel, por el celo que ellos tenían por la ley de Moisés. Todo esto era realmente un caos para los judíos. Esperaban ansiosamente al Mesías que Dios había prometido a su pueblo.
EN MEDIO DEL SILENCIO DIOS ESTABA PREPARANDO LA LLEGADA DEL MESÍAS

Muchas veces creemos, al igual que Israel, que Dios no está obrando, que Dios calla y se aleja de nosotros. Sin embargo Dios estaba preparando el terreno para la llegada del evangelio a toda la tierra. Todas esas culturas que imperaban en aquellos años, se fueron expandiendo de tal manera que los judíos comenzaron a dispersarse, eran judíos de la “Diáspora”. Surgieron las Sinagogas en aquellos años de silencio, porque los judíos se formaban en grupos de diez cabezas de familias como mínimo, y se reunían en casas o lugares especiales para leer y memorizar las escrituras, conservando así sus tradiciones y leyes judías. Todo eso sería el medio para que luego el evangelio de Jesucristo se regara por toda la tierra.
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El Silencio de Dios

Quizás hoy estás dudando de que Dios ha escuchado tu ruego, y aún no hay respuestas. Quiero animarte a que sigas confiando en que Dios está obrando aún cuando tú no lo ves y a pesar de que no escuchas su voz. Recuerda que Dios permanece fiel a sus promesas, y en su tiempo obrará de acuerdo a su plan. Para Dios no existe un retraso de tiempo. Él desea fortalecer tu fe, y que desarrolles paciencia. Aprender a “esperar en el Señor” no es fácil, implica muchas cosas que moldean nuestro ser. Pero recuerda que al final vendrá la respuesta de Dios. Quizás hoy estás viviendo tus “400 años de silencio”, al igual que Israel, y aunque todo parezca desvanecerse en tu vida, recuerda que hoy Dios sigue obrando a tu favor.
Quiero dejarte un pasaje para que lo lleves en tu mente y en tu corazón, medita en Isaías 40:27 y 31

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