Vida Abundante Coronado
Relaciones que transforman
Una iglesia que da visibilidad, invierte y trabaja con las nuevas generaciones. Una iglesia que está comprometida con el futuro, que está haciendo lo que Dios nos llamó a hacer: extender su reino y continuar contando las buenas nuevas a la siguiente generación. ¡Es una iglesia que siembra! Y hoy, en el marco de la celebración del Día del Niño, quisiera que juntos pudiéramos desarrollar el tema de las relaciones que transforman vidas. ¿Qué relaciones están influenciando la vida de nuestros pequeños y cómo estas relaciones les están afectando positiva y negativamente?
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Vida Abundante Coronado
XXFF+73W, San José, Vázquez de Coronado, Costa Rica
Saturday 2:00 PM
No es ajeno a nosotros que las generaciones actuales son completamente digitales. ¿Sabía usted que el tiempo frente a la pantalla aumentó sustancialmente durante la pandemia y se estima que es un 52% en niños y jóvenes menores de 18 años?
Un estudio del Departamento de Psicología de una universidad en Canadá, donde se evaluaron más de 29 mil menores de edad, mostró que el tiempo frente a las pantallas pasó de 2,7 horas al día a 4,1 horas... Énfasis.
Este tiempo equivale a ver 984 videos de 15 segundos en Instagram o TikTok, multiplicado por 7 días a la semana son 6888 videos. Videos y juegos que muchas veces no son filtrados por nosotros, los adultos responsables. Hay niños que prefieren preguntarle a cualquier buscador en internet porque creen que las respuestas de estos serán mejores que las de sus padres, mentores, líderes o pastores. Es ahí donde usted y yo, como iglesia, deberíamos estar actuando.
Cuando preparaba este mensaje, venía a mi mente cómo el cuerpo de Cristo debería ser el encargado de influenciar a las nuevas generaciones y no todo lo que encuentran en redes sociales y buscadores. Y si bien es cierto que la familia es el primer lugar donde nuestros niños deben ser educados, influenciados y guiados, la iglesia y la comunidad en Cristo deben asumir un papel relevante.
Dios nos envía como embajadores para extender su reino, para que generación tras generación lo reconozca y lo siga.
Un estudio del Departamento de Psicología de una universidad en Canadá, donde se evaluaron más de 29 mil menores de edad, mostró que el tiempo frente a las pantallas pasó de 2,7 horas al día a 4,1 horas... Énfasis.
Este tiempo equivale a ver 984 videos de 15 segundos en Instagram o TikTok, multiplicado por 7 días a la semana son 6888 videos. Videos y juegos que muchas veces no son filtrados por nosotros, los adultos responsables. Hay niños que prefieren preguntarle a cualquier buscador en internet porque creen que las respuestas de estos serán mejores que las de sus padres, mentores, líderes o pastores. Es ahí donde usted y yo, como iglesia, deberíamos estar actuando.
Cuando preparaba este mensaje, venía a mi mente cómo el cuerpo de Cristo debería ser el encargado de influenciar a las nuevas generaciones y no todo lo que encuentran en redes sociales y buscadores. Y si bien es cierto que la familia es el primer lugar donde nuestros niños deben ser educados, influenciados y guiados, la iglesia y la comunidad en Cristo deben asumir un papel relevante.
Dios nos envía como embajadores para extender su reino, para que generación tras generación lo reconozca y lo siga.
El texto dice: "Son cosas que ya conocemos, pues nuestros padres nos las contaron", hablando de la ley.
También: “pero nuestros hijos deben conocerlas y debemos hablarles a nuestros nietos del poder de Dios.” Tres generaciones representadas aquí dicen que pudieron conocer a Cristo gracias a la transmisión de su fe. La influencia que los creyentes deben ejercer sobre las nuevas generaciones es crucial para la continuidad y la vitalidad del cristianismo.
Muchas veces encuentro comentarios que se quejan de lo que está pasando en nuestra sociedad, de las implicaciones que nuestros jóvenes tienen al estar conectados a una computadora, de la desconexión que sienten con ellos y del hecho de que su comportamiento y sus creencias están muy alejados de Dios. Así que es tiempo de dejar la queja y la indiferencia y empezar a hacer algo. Como iglesia, todos tenemos la responsabilidad de ser testimonio, influencia y mentores para las nuevas generaciones.
A lo largo de la historia bíblica, vemos ejemplos de cómo hombres y mujeres de fe han transmitido la verdad y los valores de Dios a las siguientes generaciones, asegurando que la fe permanezca viva y relevante. Dios quiere que cada generación le cuente a la siguiente acerca de las obras de Dios.
Hoy veremos, a través de la relación entre el apóstol Pablo y su discípulo Timoteo, cómo nosotros debemos ser esos mentores que necesitan nuestros niños y jóvenes. Y es que, a través de su relación, podemos ver cómo la enseñanza, el modelaje de la fe, el discipulado y el empoderamiento pueden marcar una diferencia significativa en la vida de los jóvenes creyentes.
El primer punto que quisiera que pudiéramos ver es cómo Pablo tuvo un papel importante en la enseñanza de la Palabra de Dios sobre la vida de Timoteo.
También: “pero nuestros hijos deben conocerlas y debemos hablarles a nuestros nietos del poder de Dios.” Tres generaciones representadas aquí dicen que pudieron conocer a Cristo gracias a la transmisión de su fe. La influencia que los creyentes deben ejercer sobre las nuevas generaciones es crucial para la continuidad y la vitalidad del cristianismo.
Muchas veces encuentro comentarios que se quejan de lo que está pasando en nuestra sociedad, de las implicaciones que nuestros jóvenes tienen al estar conectados a una computadora, de la desconexión que sienten con ellos y del hecho de que su comportamiento y sus creencias están muy alejados de Dios. Así que es tiempo de dejar la queja y la indiferencia y empezar a hacer algo. Como iglesia, todos tenemos la responsabilidad de ser testimonio, influencia y mentores para las nuevas generaciones.
A lo largo de la historia bíblica, vemos ejemplos de cómo hombres y mujeres de fe han transmitido la verdad y los valores de Dios a las siguientes generaciones, asegurando que la fe permanezca viva y relevante. Dios quiere que cada generación le cuente a la siguiente acerca de las obras de Dios.
Hoy veremos, a través de la relación entre el apóstol Pablo y su discípulo Timoteo, cómo nosotros debemos ser esos mentores que necesitan nuestros niños y jóvenes. Y es que, a través de su relación, podemos ver cómo la enseñanza, el modelaje de la fe, el discipulado y el empoderamiento pueden marcar una diferencia significativa en la vida de los jóvenes creyentes.
El primer punto que quisiera que pudiéramos ver es cómo Pablo tuvo un papel importante en la enseñanza de la Palabra de Dios sobre la vida de Timoteo.
1.Enseñanza de la Palabra de Dios:
Timoteo fue instruido por su madre y abuela en la fe desde muy joven. Su abuela Loida y su mamá Eunice lo llevaron a la fe. El trabajo que empezó en casa fue seguido por Pablo, quien tomó ese fundamento y lo fortaleció, hasta crear un discípulo maduro. Pablo fue un maestro incansable de la Palabra de Dios en la vida de su discípulo y se aseguró de que Timoteo comprendiera profundamente las Escrituras.
Timoteo fue instruido por su madre y abuela en la fe desde muy joven. Su abuela Loida y su mamá Eunice lo llevaron a la fe. El trabajo que empezó en casa fue seguido por Pablo, quien tomó ese fundamento y lo fortaleció, hasta crear un discípulo maduro. Pablo fue un maestro incansable de la Palabra de Dios en la vida de su discípulo y se aseguró de que Timoteo comprendiera profundamente las Escrituras.
Este pasaje subraya la importancia de enseñar a los jóvenes desde una edad temprana, no solo las historias bíblicas, sino también los principios profundos que guían nuestra fe. La iglesia tiene la responsabilidad de enseñar las Escrituras a las nuevas generaciones, asegurándose de que comprendan no solo el contenido, sino también cómo aplicarlo en sus vidas diarias.
2.Modelado de una Vida de Fe
Pablo no solo enseñó a Timoteo con palabras, sino que también le mostró cómo vivir la fe en la práctica. En 1 Corintios 11:1, Pablo exhorta a los creyentes a ser "imitadores de mí, así como yo de Cristo." Esta declaración resuena con la relación entre Pablo y Timoteo, ya que Timoteo no solo aprendió de Pablo a través de sus enseñanzas, sino también al observar su vida diaria. Timoteo vio cómo Pablo enfrentaba persecuciones, cómo oraba, evangelizaba y lideraba las iglesias.
Este modelo de vida de fe es esencial porque los jóvenes no solo necesitan teoría; necesitan ver cómo se vive la fe en la realidad. Los niños aprenden observando e imitando a aquellos que respetan y admiran. Esto significa vivir de manera coherente con las enseñanzas bíblicas, ser transparentes en nuestras luchas y victorias, y demostrar cómo la fe guía cada aspecto de sus y nuestras vidas.
Es aquí donde encontramos un problema, y es que muchas veces los cristianos no vivimos genuinamente nuestra fe. Gandhi, el líder religioso hindú, dijo: “No sé de nadie que haya hecho más por la humanidad que Jesús. De hecho, no encuentro nada malo en el cristianismo.” Pero entonces añadió: “El problema está en ustedes los cristianos, pues no viven de conformidad con lo que enseñan.”
Pablo no solo enseñó a Timoteo con palabras, sino que también le mostró cómo vivir la fe en la práctica. En 1 Corintios 11:1, Pablo exhorta a los creyentes a ser "imitadores de mí, así como yo de Cristo." Esta declaración resuena con la relación entre Pablo y Timoteo, ya que Timoteo no solo aprendió de Pablo a través de sus enseñanzas, sino también al observar su vida diaria. Timoteo vio cómo Pablo enfrentaba persecuciones, cómo oraba, evangelizaba y lideraba las iglesias.
Este modelo de vida de fe es esencial porque los jóvenes no solo necesitan teoría; necesitan ver cómo se vive la fe en la realidad. Los niños aprenden observando e imitando a aquellos que respetan y admiran. Esto significa vivir de manera coherente con las enseñanzas bíblicas, ser transparentes en nuestras luchas y victorias, y demostrar cómo la fe guía cada aspecto de sus y nuestras vidas.
Es aquí donde encontramos un problema, y es que muchas veces los cristianos no vivimos genuinamente nuestra fe. Gandhi, el líder religioso hindú, dijo: “No sé de nadie que haya hecho más por la humanidad que Jesús. De hecho, no encuentro nada malo en el cristianismo.” Pero entonces añadió: “El problema está en ustedes los cristianos, pues no viven de conformidad con lo que enseñan.”
3.Discipulado y Mentoría
La relación entre Pablo y Timoteo es un excelente ejemplo de discipulado y mentoría en acción. Pablo tomó a Timoteo bajo su ala, invirtiendo tiempo y recursos en su crecimiento espiritual. Le escribió cartas, lo llevó en sus viajes misioneros y lo dejó a cargo de iglesias para que pudiera desarrollar su liderazgo.
En 2 Timoteo 2:2, Pablo instruye a Timoteo: "Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros." Esta es la esencia del discipulado: formar a otros para que puedan formar a otros. Es un proceso multiplicador que asegura que la fe se transmita de generación en generación. Los creyentes maduros deben buscar activamente a los jóvenes para discipularlos.
Esto implica más que solo enseñar; implica caminar con ellos, escuchar sus preocupaciones, guiarles en sus decisiones y estar allí para apoyarlos en su crecimiento espiritual. Debemos reconocer que la responsabilidad es nuestra y crear los espacios. Ir a donde ellos están, comprender su mundo, aprender su idioma.
“A nadie le importa cuánto sabes, hasta que saben cuánto les importas”. Esta famosa cita del expresidente de los Estados Unidos, Theodore Roosevelt, puede guiarnos. Antes de buscar ser escuchados, tenemos que escuchar, para luego ser atendidos. Tenemos que interesarnos genuinamente por nuestros hijos y nietos. Para escuchar más de lo que hablamos, debemos aprender a hacer preguntas interesantes. Debemos estar dispuestos a prestarles toda nuestra atención, incluso si no podemos relacionarnos con sus historias. Reírnos de sus bromas, aun si no las entendemos, para descubrir las personas divertidas e interesantes que son y así atraerlos. Una vez que sepan cuánto nos importan, entonces es posible que quieran saber lo que tenemos para decir.
La relación entre Pablo y Timoteo es un excelente ejemplo de discipulado y mentoría en acción. Pablo tomó a Timoteo bajo su ala, invirtiendo tiempo y recursos en su crecimiento espiritual. Le escribió cartas, lo llevó en sus viajes misioneros y lo dejó a cargo de iglesias para que pudiera desarrollar su liderazgo.
En 2 Timoteo 2:2, Pablo instruye a Timoteo: "Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros." Esta es la esencia del discipulado: formar a otros para que puedan formar a otros. Es un proceso multiplicador que asegura que la fe se transmita de generación en generación. Los creyentes maduros deben buscar activamente a los jóvenes para discipularlos.
Esto implica más que solo enseñar; implica caminar con ellos, escuchar sus preocupaciones, guiarles en sus decisiones y estar allí para apoyarlos en su crecimiento espiritual. Debemos reconocer que la responsabilidad es nuestra y crear los espacios. Ir a donde ellos están, comprender su mundo, aprender su idioma.
“A nadie le importa cuánto sabes, hasta que saben cuánto les importas”. Esta famosa cita del expresidente de los Estados Unidos, Theodore Roosevelt, puede guiarnos. Antes de buscar ser escuchados, tenemos que escuchar, para luego ser atendidos. Tenemos que interesarnos genuinamente por nuestros hijos y nietos. Para escuchar más de lo que hablamos, debemos aprender a hacer preguntas interesantes. Debemos estar dispuestos a prestarles toda nuestra atención, incluso si no podemos relacionarnos con sus historias. Reírnos de sus bromas, aun si no las entendemos, para descubrir las personas divertidas e interesantes que son y así atraerlos. Una vez que sepan cuánto nos importan, entonces es posible que quieran saber lo que tenemos para decir.
4. Empoderamiento y Confianza
Seguramente todos nosotros recordamos algún momento en que alguien nos animó con una palabra y creyó en nosotros, delegándonos alguna responsabilidad cuando nosotros pensábamos que no estábamos listos para cumplirla. Estamos frente a una generación que pide a gritos ser amada, influenciada, potenciada e impulsada hacia su destino. Constantemente oímos las referencias que los adultos hacen acerca de los adolescentes y de nuestro tiempo.
He oído en innumerables oportunidades frases como: «esta generación está perdida», «no se quieren comprometer», «no están dispuestos a aceptar responsabilidades» o «son haraganes y ni siquiera saben lo que quieren en esta vida».
Pero, esta siendo usted un modelo para ellos.
Finalmente, Pablo no solo enseñó y discipuló a Timoteo; también lo empoderó para que asumiera roles de liderazgo. Aunque Timoteo era joven, Pablo confió en él lo suficiente como para dejarlo a cargo de la iglesia en Éfeso, una tarea de gran responsabilidad. En 1 Timoteo 4:12, Pablo le dice a Timoteo: "Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza." Este versículo destaca la importancia de empoderar a los jóvenes y confiar en sus habilidades.Pablo no dudó en delegar responsabilidades importantes a Timoteo, y esto no solo ayudó a Timoteo a crecer como líder, sino que también mostró a la iglesia que los jóvenes pueden ser instrumentos valiosos en el reino de Dios.
Nosotros podemos:
Ofrecerles oportunidades de crecimiento y desarrollo.
Impulsarlos a perseguir su llamado.
Darles nuevas oportunidades, aunque te fallen.
Trátalos con gracia.
Seguramente todos nosotros recordamos algún momento en que alguien nos animó con una palabra y creyó en nosotros, delegándonos alguna responsabilidad cuando nosotros pensábamos que no estábamos listos para cumplirla. Estamos frente a una generación que pide a gritos ser amada, influenciada, potenciada e impulsada hacia su destino. Constantemente oímos las referencias que los adultos hacen acerca de los adolescentes y de nuestro tiempo.
He oído en innumerables oportunidades frases como: «esta generación está perdida», «no se quieren comprometer», «no están dispuestos a aceptar responsabilidades» o «son haraganes y ni siquiera saben lo que quieren en esta vida».
Pero, esta siendo usted un modelo para ellos.
Finalmente, Pablo no solo enseñó y discipuló a Timoteo; también lo empoderó para que asumiera roles de liderazgo. Aunque Timoteo era joven, Pablo confió en él lo suficiente como para dejarlo a cargo de la iglesia en Éfeso, una tarea de gran responsabilidad. En 1 Timoteo 4:12, Pablo le dice a Timoteo: "Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza." Este versículo destaca la importancia de empoderar a los jóvenes y confiar en sus habilidades.Pablo no dudó en delegar responsabilidades importantes a Timoteo, y esto no solo ayudó a Timoteo a crecer como líder, sino que también mostró a la iglesia que los jóvenes pueden ser instrumentos valiosos en el reino de Dios.
Nosotros podemos:
Ofrecerles oportunidades de crecimiento y desarrollo.
Impulsarlos a perseguir su llamado.
Darles nuevas oportunidades, aunque te fallen.
Trátalos con gracia.
Conclusión
La Continuidad de la Fe a Través de las Generaciones
La influencia sobre las nuevas generaciones es una responsabilidad dada por Dios a todos. En Proverbios 22:6, encontramos una promesa esperanzadora: "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él." Este versículo nos asegura que la inversión en la formación espiritual de los niños tiene un impacto duradero. Sin embargo, esta promesa también viene con un desafío: la instrucción debe ser fiel, constante y basada en la verdad de la Palabra de Dios. El futuro de la iglesia depende de cómo los creyentes de hoy influyen y preparan a la próxima generación.
Dice el Salmo 145:4-7:
"Que cada generación cuente a sus hijos de tus poderosos actos y que proclame tu poder."
Si seguimos el ejemplo de Pablo y nos dedicamos a enseñar, modelar, discipular y empoderar a los jóvenes, podemos estar seguros de que la fe cristiana no solo sobrevivirá, sino que florecerá y se fortalecerá. Es necesario que cada uno de nosotros tome en serio este llamado a influenciar a los jóvenes, recordando las palabras de Jesús en Mateo 28:19-20:
"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo."
Este llamado de Jesús no es solo para los líderes de la iglesia, sino para todos los creyentes.
Que podamos ser fieles en cumplir esta gran comisión, invirtiendo en las nuevas generaciones con el mismo fervor y dedicación que Pablo mostró hacia Timoteo. De esta manera, aseguraremos que el fuego de la fe cristiana continúe ardiendo con fuerza en cada nueva generación.
La Continuidad de la Fe a Través de las Generaciones
La influencia sobre las nuevas generaciones es una responsabilidad dada por Dios a todos. En Proverbios 22:6, encontramos una promesa esperanzadora: "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él." Este versículo nos asegura que la inversión en la formación espiritual de los niños tiene un impacto duradero. Sin embargo, esta promesa también viene con un desafío: la instrucción debe ser fiel, constante y basada en la verdad de la Palabra de Dios. El futuro de la iglesia depende de cómo los creyentes de hoy influyen y preparan a la próxima generación.
Dice el Salmo 145:4-7:
"Que cada generación cuente a sus hijos de tus poderosos actos y que proclame tu poder."
Si seguimos el ejemplo de Pablo y nos dedicamos a enseñar, modelar, discipular y empoderar a los jóvenes, podemos estar seguros de que la fe cristiana no solo sobrevivirá, sino que florecerá y se fortalecerá. Es necesario que cada uno de nosotros tome en serio este llamado a influenciar a los jóvenes, recordando las palabras de Jesús en Mateo 28:19-20:
"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo."
Este llamado de Jesús no es solo para los líderes de la iglesia, sino para todos los creyentes.
Que podamos ser fieles en cumplir esta gran comisión, invirtiendo en las nuevas generaciones con el mismo fervor y dedicación que Pablo mostró hacia Timoteo. De esta manera, aseguraremos que el fuego de la fe cristiana continúe ardiendo con fuerza en cada nueva generación.