Freedom Church

¿Cuáles son sus mayores temores?

Lo que la gente tiende a temer más es
el miedo a fracasar
el miedo a no ser lo suficientemente bueno
el miedo a decepcionar a los demás
el miedo a perder
el miedo a ser traicionado

FDR dijo: "Lo único que debemos temer es el miedo en sí mismo: un terror sin nombre, irracional e injustificado que paraliza los esfuerzos necesarios para convertir la retirada en avance".

Pero esta serie trata de la valentía, no del miedo, así que ¿pueden coexistir la valentía y el miedo?

Franklin D. Roosevelt
"El valor no es la ausencia de miedo, sino la valoración de que hay algo más importante que el miedo".

Me gusta más ésta:
Nelson Mandela
"Aprendí que el valor no era la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino el que vence ese miedo".

El miedo no es algo con lo que aprendemos a vivir. El miedo tiene que ser derrotado. Si no se vence al miedo, viviremos constantemente en un estado de duda y desconfianza.

A menudo pensamos que el miedo es lo contrario de la fe. El miedo no es lo contrario de la fe. La desobediencia lo es.

Juan 3:36
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.

¿Por qué este versículo? Porque aquí vemos que lo opuesto a la fe no es el miedo, sino la desobediencia. El temor es solo un subproducto de la desobediencia.

Romanos 13:3-4
3 Porque los gobernantes no aterrorizan la buena conducta, sino la mala. ¿No temeréis al que está en autoridad? Pues haced lo bueno, y recibiréis su aprobación, 4 porque es siervo de Dios para vuestro bien. Pero si obráis mal, temed, pues no en vano lleva la espada.

El miedo es el resultado de la desobediencia y no sólo es el enemigo de la fe, sino su neutralizador.

Mira, me doy cuenta de que es una gran afirmación, y por dos razones:
primero, nos echa la culpa del miedo a nosotros. Esta afirmacion no nos deja ser la victima. segundo, nos obliga a darnos cuenta que hay pecado en nosotros. El pecado siempre trae muerte.

Así que cuando desglosas esto a un nivel micro, ¿a qué se parece?
Tomemos los dos mayores miedos: el fracaso y las finanzas.
Fracaso: ¿por qué fracasarías?
Tomó el camino equivocado, tomó malas decisiones, se negó a confiar en Dios y en su guía. ¿Y si la economía fuera mal o alguien mintiera? Entiendo que hay cosas que están fuera de tu control, pero al fin y al cabo, todo es culpa tuya.

Quédate conmigo...
Eres responsable de lo que piensas, crees y haces. Eso significa que incluso si otros actúan de manera que buscan destruirte. Tus pensamientos, creencias, acciones y reacciones son los que cuentan la historia. Eso significa que cualquier cosa que ocurra, buena o mala, es culpa tuya. La culpa es tuya.

Ezequiel 18:20
20 La justicia del justo recaerá sobre sí mismo, y la maldad del impío recaerá sobre sí mismo.

Romanos 14:12
Cada uno de nosotros dará cuenta de sí mismo a Dios.

Si fallaste, tienes que evaluar porque fallaste, no voltear y empezar a culpar a todo a tu alrededor.

El miedo quiere hacerte la víctima porque ser una víctima es más fácil que ser un vencedor. Ser el vencedor significa estar dispuesto a asumir la responsabilidad.

Finanzas: ¿por qué se desmoronarían tus finanzas?
¿Estás siendo fiel a lo que Dios ordenó?
Diezmo: no tengo suficiente, la última iglesia no gastó bien, etc. ¡Estos son miedos! ¡Miedo a la carencia, miedo a no tener el control! ¡Y ese miedo esta neutralizando tu habilidad de ser fiel!
Gastos - No hago un presupuesto adecuado.
¿Por qué no estás ejerciendo sabiduría en tus finanzas? ¿Por qué vives fuera de tus posibilidades? ¿Por qué abrazas la gratificación instantánea, derrochando dinero en efectivo?

Proverbios 25:28
El hombre sin dominio propio es como una ciudad asaltada y sin murallas.
No estoy siendo mezquino. Todos luchamos con estas cosas en algunos momentos de nuestras vidas, pero tenemos que tener cuidado de no deshacernos de la responsabilidad de nuestras propias acciones pecaminosas que están creando el miedo en nosotros que está destruyendo nuestra capacidad de creer y confiar en Dios.

Así que fallaste porque tomaste decisiones que no fueron guiadas por el Señor. Hiciste movimientos financieros impulsivos sin estar en pacto con Dios y ahora estás luchando.

¿Por qué Dios lo rescataría en estas situaciones?
Esta sola pregunta es evidencia de que lo que estoy diciendo es verdad. Incluso tenía miedo de preguntarlo. Pero cuando fallas y cuando tus finanzas están arruinadas, ¡el que Dios no intervenga para ayudarte es algo que tememos! ¿Por qué? ¡PECADO!

Ahora, Dios tiene gracia, pero también tiene perdón. Creo que a veces ponemos todo nuestro enfoque en su gracia y deberíamos ponerlo en pedir perdón.

Sé que estoy siendo duro contigo en este momento, ¿¡¿¡qué tiene que ver esto con la fe!?!? Te estoy mostrando usando los dos miedos más comunes cómo el enemigo usa pensamientos, creencias, acciones y reacciones desobedientes y pecaminosas para teñir tu vida de miedo, convirtiéndote en una víctima que señala con el dedo y neutralizando tu fe.

Dios tiene un plan mejor para tu vida que el miedo y el victimismo. Su plan es la justicia y la fe. Su plan es que seas una fuerza en este mundo para el Reino, un catalizador valiente, no un fracaso temeroso.

Curiosamente, Abraham vivió esta misma lucha en el Génesis. Se trata de un hombre al que la Biblia llama padre de nuestra fe y amigo de Dios, que, sin embargo, luchó por tener la valentía de ser fiel. Veamos tres acontecimientos en la vida de Abraham y extraigamos algunas cosas que nos ayudarán a abandonar el miedo y abrazar la fe.

Acontecimiento 1 - La fe para ir
Génesis 12:1-20
1 El Señor dijo a Abram: "Vete de tu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre a la tierra que te mostraré. 2 Haré de ti una gran nación, te bendeciré y engrandeceré tu nombre, para que seas una bendición. 3 Bendeciré a los que te bendigan, y al que te deshonre lo maldeciré, y en ti serán bendecidas todas las familias de la tierra."
4 Así que Abram se fue, como el Señor le había dicho, y Lot se fue con él. Abram tenía setenta y cinco años cuando partió de Harán. 5 Abram tomó a Sarai, su mujer, y a Lot, hijo de su hermano, y todas las posesiones que habían reunido, y el pueblo que habían adquirido en Harán, y se pusieron en camino hacia la tierra de Canaán. Cuando llegaron a la tierra de Canaán, 6 Abram atravesó la tierra hasta el lugar de Siquem, hasta la encina de Moreh. En aquel tiempo los cananeos estaban en la tierra. 7 Entonces el Señor se apareció a Abram y le dijo: "A tu descendencia le daré esta tierra". Así que construyó allí un altar al Señor, que se le había aparecido. 8 De allí se trasladó a la región montañosa al este de Betel y acampó, con Betel al oeste y Hai al este. Allí construyó un altar al Señor e invocó el nombre del Señor. 9 Abram siguió su viaje hacia el Negueb.
10 Había hambre en el país. Así que Abram descendió a Egipto para residir allí, pues el hambre era severa en la tierra. 11 Cuando estaba a punto de entrar en Egipto, le dijo a Sarai, su esposa: "Sé que eres una mujer hermosa en apariencia, 12 y cuando los egipcios te vean, dirán: 'Esta es su esposa'. Entonces me matarán a mí, pero a ti te dejarán vivir. 13 Di que eres mi hermana, para que me vaya bien por tu causa y me perdonen la vida." 14 Cuando Abram entró en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era muy hermosa. 15 Y cuando los príncipes del faraón la vieron, la alabaron ante el faraón. Y la mujer fue llevada a la casa del faraón. 16 Y por causa de ella trató bien a Abram; y tuvo ovejas, vacas, asnos machos, siervos machos, siervas hembras, asnas hembras y camellos.
17 Pero el Señor afligió al faraón y a su casa con grandes plagas a causa de Sarai, la mujer de Abram. 18 Entonces el faraón llamó a Abram y le dijo: "¿Qué es esto que me has hecho? ¿Por qué no me dijiste que era tu mujer? 19 ¿Por qué dijiste: 'Es mi hermana', para que yo la tomara por esposa? Ahora, pues, aquí tienes a tu mujer; tómala y vete". 20 Entonces el faraón dio órdenes a los hombres acerca de él, y lo despidieron con su mujer y todo lo que tenía.

Génesis 13:1-4
1 Subió, pues, Abram de Egipto, él y su mujer y todo lo que tenía, y Lot con él, al Negueb. 2 Abram era muy rico en ganado, plata y oro. 3 Y partió del Negueb hasta Betel, al lugar donde había estado su tienda al principio, entre Betel y Hai, 4 al lugar donde había hecho un altar al principio. Y allí invocó Abram el nombre del Señor.

Evento 2 - La Fe para Creer
Génesis 15:1-6
1 Después de estas cosas, la palabra del Señor vino a Abram en una visión: "No temas, Abram, yo soy tu escudo; tu recompensa será muy grande". 2 Pero Abram dijo: "Señor Dios, ¿qué me darás, pues sigo sin tener hijos y el heredero de mi casa es Eliezer de Damasco?" 3 Abram respondió: "He aquí que no me has dado descendencia, y un miembro de mi casa será mi heredero." 4 Y he aquí que la palabra del Señor vino a él: "Este hombre no será tu heredero; tu propio hijo será tu heredero". 5 Lo sacó fuera y le dijo: "Mira hacia el cielo y cuenta las estrellas, si eres capaz de contarlas." Entonces le dijo: "Así será tu descendencia". 6 Y creyó al Señor, y se lo contó por justicia.

Evento 3 - La Fe para Obedecer
Génesis 22:1-14
1 Después de estas cosas, Dios probó a Abraham y le dijo: "¡Abraham!" Y él respondió: "Heme aquí". 2 Le dijo: "Toma a tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a la tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré." 3 Así que Abraham se levantó de madrugada, ensilló su asno y tomó consigo a dos de sus jóvenes y a su hijo Isaac. Cortó la leña para el holocausto, se levantó y se dirigió al lugar que Dios le había dicho. 4 Al tercer día Abraham alzó los ojos y vio el lugar desde lejos. 5 Entonces Abraham dijo a sus jóvenes: "Quedaos aquí con el asno; yo y el muchacho iremos allí a adorar y volveremos a vosotros." 6 Entonces Abraham tomó la leña del holocausto y la puso sobre Isaac su hijo. Y tomó en su mano el fuego y el cuchillo. Y fueron los dos juntos. 7 Entonces Isaac dijo a su padre Abraham: "¡Padre mío!". Y él respondió: "Aquí estoy, hijo mío". Dijo: "He aquí el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?". 8 Dijo Abraham: "Dios proveerá por sí mismo el cordero para el holocausto, hijo mío." Fueron, pues, los dos juntos.
9 Cuando llegaron al lugar del que Dios le había hablado, Abraham construyó allí el altar y colocó la leña en orden y ató a Isaac, su hijo, y lo puso sobre el altar, encima de la leña. 10 Entonces Abraham extendió la mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. 11 Pero el ángel del Señor lo llamó desde el cielo y le dijo: "¡Abraham, Abraham!". Y él respondió: "Aquí estoy". 12 Le dijo: "No pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas nada, porque ahora sé que temes a Dios, ya que no me has ocultado a tu hijo, tu único hijo." 13 Entonces Abraham alzó los ojos y miró, y he aquí que detrás de él había un carnero, cogido por los cuernos en un matorral. Entonces Abraham fue, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. 14 Entonces Abraham llamó el nombre de aquel lugar: "El Señor proveerá"; como se dice hasta hoy: "En el monte del Señor se proveerá."

Estos tres acontecimientos en la vida de Abraham nos revelan un cambio en su corazón que lo aleja del miedo y lo lleva al valor.

Observa los dos primeros acontecimientos. Considera el patrón que ves en ambas historias.
Dios da una orden o una promesa en cada una de ellas. "Ve a la tierra que te mostraré". "Tendrás un hijo y como las estrellas será tu descendencia". Ambas comienzan bien. Abraham está siendo obediente. Cree en la promesa y obedece la orden de ir. Sin embargo, en ambos escenarios, Abraham se enfrenta a una oposición que crea dudas en su interior. Se encuentra con una hambruna en Canaán. Duda si la promesa de Dios es cierta o no, ya que Sara no puede quedar embarazada. En ambos escenarios, Abraham se pone en modo solución. En el primer caso, huye a Egipto. En el segundo, engendra a Ismael con Agar.

Ambos escenarios no terminan bien.

Abraham ha sido fiel, cree en Dios, pero ante la oposición, comienza a dudar y trata de hacerlo por su cuenta.

Ahora espera, ¿dudar es pecado?
Santiago 1:5-8
5 Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídasela a Dios, que da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. 6 Pero que pida con fe, sin dudar, porque el que duda es como la ola del mar que es empujada y zarandeada por el viento. 7 Porque ese hombre no debe suponer que recibirá algo del Señor; 8 es un hombre de doble ánimo, inestable en todos sus caminos.

¿Y si lo haces por tu cuenta?
Proverbios 3:5-8
Confía en el Señor de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas. No seas sabio en tus propios ojos; teme al Señor y apártate del mal. Será curación para tu carne y refrigerio para tus huesos.

Cuando te niegas a tener fe en Dios dudando y tratando de arreglártelas por tu cuenta, no te sorprendas cuando aparezcan la destrucción, la muerte y el miedo.

Pero fíjate en el último acontecimiento.
Dios le dice a Abraham que tome a su hijo, vaya al Monte Moriah y lo sacrifique allí. Abraham no pierde el tiempo. Se levanta temprano por la mañana. En lugar de encargar el trabajo a sus siervos, ensilla el asno y recoge él mismo la leña para el altar. En el monte, responde a Isaac, que se pregunta dónde está el sacrificio. "No te preocupes, Dios proveerá". Dice a sus siervos: "Iremos a adorar y volveremos".

Sabemos cómo termina la historia, que Dios detuvo la mano de Abraham, proveyó un carnero para el sacrificio, e Isaac creció, se casó, tuvo hijos, y el resto es historia.

Esta es mi pregunta...
Abraham claramente dudó en los dos primeros eventos creando escenarios que lo ponían en peligro a él y a la promesa de Dios, pero en el último evento, Abraham obedeció sin cuestionar, sin dudar. ¿Por qué?

¿Qué sucedió entre los dos primeros eventos y el último evento que cambió tanto a Abraham que mostró un coraje increíble y obediencia a lo que Dios le ordenara, incluso cuando esa orden significaba sacrificar el cumplimiento mismo de la promesa de Dios, su hijo?

El peor temor de Abraham era no tener heredero. Y ahora Dios le pedía a Abraham que sacrificara a ese heredero. ¿Cómo fue Abraham tan valiente para obedecer?

1. Entró en pacto con Dios
En Génesis 15 y 17, vemos dos eventos de pacto muy singulares.

Primero, en Génesis 15, vemos que la "palabra del Señor" vino a Abraham en una visión. En esta visión, Dios le dijo a Abram que él era su escudo y que su recompensa sería muy grande. Abram respondió que qué me darías, pues no tengo hijos y mi siervo heredará.

Dios le había prometido descendientes como las estrellas, pero desde el punto de vista de Abram, todo lo que Dios le diera pasaría a un siervo, no a un hijo.
Dios reafirma la promesa haciendo que Abram mire al cielo, dándole una visión de lo que Dios prometió. Dios no sólo le prometía descendencia, sino una tierra que poseer. Dios ordenó a Abram que trajera una ternera, una cabra, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón de paloma. Si te preguntas por qué estos animales en concreto, es porque eran los que Dios ordenaría a Moisés que exigiera a los hebreos como ofrendas por el pecado. Abram corta los animales por la mitad a lo largo, pero no las aves, y los coloca a izquierda y derecha formando un carril entre las mitades.

Génesis 15:17-18
Cuando se puso el sol y oscureció, he aquí que una olla de fuego humeante y una antorcha encendida pasaban entre estas piezas. 18 Aquel día el Señor hizo un pacto con Abram

Génesis 15 es Dios haciendo un pacto con Abram.

Ahora, en Génesis 17, es el momento de que Abram corresponda.
Dios le dice a Abram que "camine irreprensible ante mí". En este momento, Dios cambia el nombre de Abram a Abraham, significando que el pacto de Dios era con él. La forma en que el pacto sería recíproco sería a través de la circuncisión.

Génesis 13:17
Así será mi pacto en tu carne, un pacto eterno.

¿Por qué eligió Dios eso? Dios quiso que, con dolor y sangre, del símbolo más gráfico un deseo carnal, lo cortáramos como señal de pacto.

¿Qué quiero decir con esto?
La promesa siempre vive al otro lado del pacto.
Si no estás en pacto con Dios, ¿cómo puedes esperar recibir la promesa? Es como no tener una membresía en el gimnasio pero esperar hacer ejercicio. Si no estás en pacto con Dios, ¿cómo vas a ser obediente?

Juan 14:15
Si me amas, guardarás mis mandamientos.

¿Cómo puedes honrar a Dios con tu obediencia si no lo conoces? Si no estás en alianza con Dios, ¿cómo puedes tener fe en que Dios hará lo que prometió y tener el valor de cumplir lo que te pide?

¿Estás en alianza con Dios?
Y no me refiero sólo a la salvación. Me refiero a TODO. Salvación, familia, identidad, finanzas, tu llamado, tu propósito...

Estar en pacto no significa que nunca tendrás miedo. Pero estar fuera del pacto garantiza que lo tendrás.

Si quieres ser lo suficientemente valiente para hacer lo que Dios te pide, en toma pacto.

¿Cómo hacerlo?
Tienes que abrazar completamente todo lo que Dios te ha dicho, tanto audiblemente, pero más importante, en su Palabra. Quieres pacto en, la familia, la identidad, las finanzas, tu llamada, tu propósito... Todo fluye de tu voluntad de abrazar lo que Dios te pida.

Pero todo comienza con el Pacto, y eso viene a través del Señorío de Jesucristo.

¿Cómo fue Abraham tan valiente? Hizo un pacto con Dios, y

2. Conoció a Jesús
¿Cómo? En Génesis 18, vemos a tres visitantes venir a conocer a Abraham, uno de los cuales Abraham llama constantemente, "Señor." Podemos saber además que se trata de Jesús en el versículo 21, donde el "Señor" dice que el clamor ha llegado hasta él. Pero lo más importante es que la conversación que mantienen no sólo reafirma la promesa, sino que Abraham llega a ver dos cosas:

Primero, ve el corazón del Señor en que, aunque los pecados de Sodoma y Gomorra son grandes, el Señor todavía está dispuesto a salvar si se trata sólo de Lot y su familia.

En segundo lugar, Abraham ve no sólo al descendiente que restaurará la relación con Dios, sino que ve en Jesús el mecanismo por el cual el padre de nadie se convierte en el padre de Isaac, se convierte en el padre de una nación y luego en el padre de multitudes de personas, no sólo israelitas, sino de todos los que invoquen el nombre del Señor.

¿A dónde quiero llegar?
Si quieres abrazar el poder del coraje para hacer lo que Dios te ha pedido que hagas, no sólo va a tomar abrazar el pacto, sino también abrazar a la persona de Jesucristo, no sólo en Señorío, sino en relación. Cuanto más lo conozcas, más seguro estarás de tener fe en él. A medida que tu fe crece, tu desobediencia disminuye, y tu miedo se atenúa. Sin embargo, nada de esto sucede fuera de una relación activa y creciente con Jesús.

Abraham fue valiente porque entró en la alianza, conoció a Jesús, y finalmente

3. La promesa se cumplió
Génesis 21:1-5
1 El Señor visitó a Sara como había dicho, y el Señor hizo con Sara lo que había prometido. 2 Sara concibió y dio a luz un hijo a Abraham en su vejez, en el tiempo del que Dios le había hablado. 3 Abraham llamó el nombre de su hijo que le había nacido, y que Sara le había dado, Isaac. 4 Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac a los ocho días de nacido, como Dios le había mandado. 5 Abraham tenía cien años cuando le nació su hijo Isaac.

Sólo quiero decir una cosa sobre esto.
A todas las personas presentes en esta sala se les ha cumplido al menos una promesa de Dios. Creo que a veces oramos tanto por un milagro y luego Dios lo provee, y entonces rápidamente saltamos al siguiente problema, sin darnos cuenta de que los milagros de ayer nos dan valor para ser obedientes hoy para que podamos recibir la promesa mañana.

¿Qué promesa, qué milagro, ha realizado Dios en tu vida?
Si no tienes ninguno, quizá estés todavía en el camino hacia donde Él te mostrará.

Pero si lo tienes, ¿cómo estás aprovechando el poder de lo que Dios ha hecho para darte valor para tener fe en lo que él hará?

Te he preguntado al principio cuáles son tus mayores temores. Lo contrario de la fe no es el miedo. Es la desobediencia. Así que si hay miedo en tu vida en este momento, se deriva, de alguna manera, forma, o forma, de la desobediencia, incluso si esa desobediencia es tan simple como no confiar en Dios.

Si nos fijamos en la vida de Abraham, su mayor temor era no tener (un hijo, un heredero, un hogar). Sin embargo, Dios silenció su miedo con provisión, con favor, con sabiduría, con la presencia tangible de Dios, y sí, con un hijo. Dios silenció el miedo con lo contrario de lo que más temía.

No sólo ayudó a Abraham a ser valiente, sino que le dio a Dios la oportunidad de darle lo que siempre había anhelado.

¿Qué temor en tu vida ha impedido que Dios te dé lo que quiere darte?

El miedo te alejará de la promesa, te impedirá caminar en la fe, ser valiente.

Dios desafió a Abraham, lo puso en situaciones donde tuvo que confiar en Dios, donde tuvo que matar el miedo y tener fe. No siempre tuvo éxito, pero a través de la alianza, a través de la persona de Jesús, a través de recibir la promesa, fue capaz de hacer valiente y fielmente lo que Dios le pidió.

¿Qué necesita hacer Dios para que seas lo suficientemente valiente para hacer lo que te pida?

Última pregunta:
¿Qué necesitas hacer TÚ para ser lo suficientemente valiente como para hacer lo que Él te pida?

¿Qué te está diciendo el Espíritu Santo a través de este mensaje?

¿Cómo quiere que respondas?