Llamados a Ser DiferentesMuestra

Nuestra ciudadanía celestial
Como cristianos, pertenecemos al reino de Dios, no a este mundo. Esto significa que nuestras prioridades, valores y manera de vivir deben reflejar nuestra ciudadanía celestial. Jesús oró por nosotros, sabiendo que seríamos rechazados por ser diferentes.
Filipenses 3:20
Este versículo destaca que nuestra ciudadanía está en los cielos, lo que indica que debemos vivir con la perspectiva de lo eterno y no lo terrenal. El apóstol Pablo recuerda que nuestra esperanza está en Cristo, quien transformará nuestra vida.
Hebreos 13:14
Aquí se recalca la naturaleza transitoria de este mundo, animándonos a buscar "la ciudad venidera", el Reino eterno. Es un llamado a vivir como peregrinos que anhelan su verdadero hogar.
Juan 17:14-16
Jesús ora por Sus discípulos, enfatizando que aunque están en el mundo, no son del mundo. Esto refleja el rechazo que enfrentan los creyentes al no conformarse a las normas de este siglo.
Contexto Cultural:
En la época de Jesús, ser diferente podía resultar en rechazo o persecución, como experimentaron los primeros cristianos.
Hoy enfrentamos desafíos similares, especialmente cuando elegimos vivir según los principios del Reino de Dios y no los del mundo.
Ora:
"Señor, ayúdame a vivir como ciudadano de Tu reino. Enséñame a reflejar Tu amor y verdad, aun cuando el mundo no lo entienda. Amén".
Acerca de este Plan

Como seguidores de Cristo, somos llamados a vivir de manera diferente al mundo que nos rodea. Nuestra ciudadanía no es terrenal, sino celestial, y esto debe reflejarse en nuestra forma de pensar, hablar y actuar. Este plan te invita a reflexionar sobre lo que significa ser parte del pueblo de Dios, imitadores de Jesús, y vivir con la mirada puesta en el Reino eterno. “Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir” (Hebreos 13:14).
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Nos gustaría agradecer a Desiree Medina por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: facebook.com/TiempoDeMisericordiaPR