"...Pero Dios Lo Encaminó a Bien": Pensamientos Acerca De La Soberanía De Dios.Muestra

Día 2: El dolor y la traición

Lectura bíblica sugerida: Génesis 37:12-36

Con el versículo 3 del capítulo 37 de Génesis, se inaugura la larga cadena de acontecimientos atravesados por el odio de los hermanos de José. Este odio parecía venir por dos motivos: la preferencia del padre y los sueños de José. Estos versículos terminan siempre con la descripción del odio que sus hermanos le tenían.

Con respecto a la túnica, no era algo que se usaba de forma exterior, como un sobretodo. No se sabe exactamente cuál era el diseño de esta túnica, pero se entiende que era una túnica con mangas largas. Este tipo de túnica era especial, porque solamente la usaban aquellas personas que no tenían que trabajar, es decir, reyes o hijos de reyes. Esto nos permite ver que José era un chico mimado y preferido dentro de su hogar. Mientras tanto, sus hermanos, dice el texto, "NO PODÍAN HABLARLE PACÍFICAMENTE".

Ese era el ambiente familiar.

Con respecto a los sueños, siempre aparecen por pares en la historia de José, y tengamos en cuenta que, en ese contexto, las visiones y los sueños tenían mucha importancia. Pero la reacción de los hermanos es completamente negativa, y aun su padre tiene una reacción rara frente al relato de José.

El versículo 12 nos sigue contando que los hermanos se van al norte a apacentar las ovejas, y su padre Israel lo manda a ver cómo están sus hermanos y sus ovejas. Es un poco extraño que el padre envíe con tanto descuido a su hijo a 25-30 km, sabiendo la cantidad de odio que ya había alcanzado el vínculo entre José y sus hermanos.

El relato de la búsqueda de José se describe con bastantes detalles. Los encuentra, y leemos en el versículo 18 que cuando lo vieron de lejos, antes de que llegara cerca de ellos, conspiraron para matarlo.

El texto nos expone la trama de un fratricidio. José se iba a convertir en víctima por parte de sus hermanos. "Viene el soñador", dijeron. Ese comentario mejor traducido sería: "Ahí viene el señor o propietario de los sueños".

Rubén y Judá se oponen al plan de matar a su hermano, y entran en escena dos caravanas: la de los madianitas y los ismaelitas. Y acá hay un detalle interesante, porque es probable que haya un doble hilo narrativo.

Según el primer hilo, José fue vendido a los ismaelitas por sus hermanos (versículo 25), los cuales pasan mientras tenían a José en el pozo y ellos comían, completamente insensibles a su hermano. Según el otro hilo, José fue robado de la cisterna por los madianitas (versículo 28) en un momento de descuido, lo que hizo que el plan de Rubén para salvarlo fracasara.

Los hermanos lo odiaban, sí.

Se menciona alrededor de cuatro veces el odio que le tenían. Pero la idea de hacerlo desaparecer tenía que ver con los sueños. Ellos le dicen cuando lo ven: "Ahí viene el soñador, matémoslo". En ese contexto, si había una profecía, solo llegaba a cumplirse si se materializaba, si el contenido de ese sueño o visión era proclamado con respecto a su contenido. Es decir, si José desaparecía, no había cumplimiento del sueño.

Así que José, sin previo aviso, se había convertido en una víctima de la trata de personas. Y seguramente se preguntaba por qué Dios permitió que esto sucediera. ¿Cómo encaja esto con los sueños que Dios le había dado?

El versículo 31 relata la entrega de la túnica ensangrentada. No es una maldad cínica de los hermanos, sino que tiene más bien un aspecto jurídico. Era mostrar lo que había quedado de José y servía como prueba de su muerte. El padre era llevado así a "comprobar" por sí mismo, con validez jurídica, la muerte de José, y los hermanos quedaban de esa manera liberados de toda responsabilidad.

Llegamos a una primera pausa dentro de este gran y dramático acontecimiento. El narrador del Génesis lo hace intencionadamente, porque ya no se vuelve a hablar sobre Jacob durante mucho tiempo; cae sobre su vida durante años la negrura atemporal del duelo. Y si el narrador no hubiese trasladado mediante la última frase su relato al escenario de Egipto, los que leemos ni siquiera esperaríamos una continuación.

¿Qué otra cosa puede uno pensar que le va a ocurrir a José? Si hoy se pierde una persona que secuestran, aun con toda la tecnología que tenemos, imagínense en ese momento. Ya había que darlo por perdido y muerto, al igual que miles de personas que eran vendidos como esclavos a países extranjeros.

Preguntas reflexivas:

• ¿Cómo puedes interpretar las acciones humanas malvadas a la luz del plan de Dios en la historia de José?
• ¿Qué emociones o pensamientos crees que José tuvo en este momento, y cómo podemos vernos reflejados en él?