Yo Me Cuido: 7 Días Para Una Renovación Integral De Tu AutoestimaMuestra

Devocional: ¿Qué crees acerca de ti?

Gracias por seguir compartiendo junto a mi este desafío semanal de re-descubrir tu autoestima y poder transformarla para tener una vida sana.

Hoy quiero que veamos juntos un tema esencial para nuestro bienestar emocional y desarrollo espiritual: las creencias que tenemos sobre nosotros mismos. A menudo, estas creencias, algunas profundamente arraigadas, pueden ser erróneas o limitantes, y nos afectan de formas que quizás no imaginamos. Vamos a explorar juntos, guiados por Las Escrituras, cómo se forman estas creencias, cómo influyen en nuestra vida y cómo podemos intercambiarlas por pensamientos y convicciones más saludables y realistas.

¿Qué son las creencias y cómo se forman? En psicología, cuando hablamos de creencias, nos referimos a las ideas y convicciones que las personas sostienen sobre sí mismas, los demás y el mundo. Estas creencias, que pueden ser conscientes o inconscientes, sirven como una "guía interna" y afectan profundamente cómo interpretamos la realidad y cómo nos comportamos. Son el resultado de nuestra historia personal, nuestras experiencias y la influencia de factores como la familia, la cultura y el entorno social.

Existen diferentes tipos de creencias en psicología, entre ellas lascreencias centrales (profundas y relacionadas con nuestra identidad) y lascreencias intermedias (que guían nuestras reacciones y decisiones). Por ejemplo, alguien que ha escuchado constantemente críticas o comentarios negativos en su entorno familiar podría desarrollar una creencia de“no soy suficiente” o “no soy capaz.” Aunque esta creencia no refleje la realidad, la persona la toma como cierta, y esto afecta su autoestima, decisiones y relaciones. O, por el contrario, una persona con la creencia central de“soy valioso y capaz” puede interpretar situaciones cotidianas de manera constructiva y responder con confianza. Esta creencia positiva le permite afrontar los desafíos sin temer al fracaso, reconocer sus logros y aprender de sus errores sin desvalorizarse. Como resultado, tiende a tomar decisiones basadas en la autoconfianza y a construir relaciones saludables, proyectando una actitud receptiva y resiliente.

Cuando acudimos a La Biblia, específicamente en Proverbios 23:7, podemos observar cómo, nuestros pensamientos y creencias acerca de nosotros mismos, pueden definir nuestra identidad y comportamiento. Qué importante es que descubras aquellas creencias negativas que tienes arraigadas y que, lejos de fortalecer tu vínculo con Dios y de confirmar lo que El cree de ti, te están limitando tu forma de pensar.

¿Cuál es el impacto que tus creencias tienen sobre ti? Las creencias limitantes pueden influir en casi todos los aspectos de tu vida. Afectan tu autoestima, tu relaciones y la forma en que enfrentas los desafíos. Cuando pensamos, por ejemplo,“soy incapaz de lograr mis metas” o “no soy digno de amor,” estas creencias tienden a convertirse en una profecía autocumplida. Sin darnos cuenta, comenzamos a comportarnos de acuerdo a ellas, y nuestras acciones refuerzan el mismo ciclo de creencias erróneas.

Que puedas meditar en esto hoy y decidas cambiar estas creencias, puede ser clave para desbloquear tu potencial y elevar tu vida espiritual. Para eso necesitas activar lo que Romanos 12:2 nos plantea: una renovación total de nuestra manera de pensar, ya no como se nos enseñó, sino según la mirada de Cristo. Te aseguro que es posible renovar nuestras creencias y pensamientos para acercarlos a una visión más saludable y verdadera de nosotros mismos.

Para finalizar este día, te desafío a que implementes estos pasos que te daré para poder modificar las creencias que te limitan y te alejan de la mirada que Dios tiene sobre ti.

En primer lugar, identifica qué tipo de creencias tienes, ¿qué crees realmente acerca de ti? Poder identificarlas es el primer paso para poder reemplazarlas de ser necesario. En segundo lugar, y al tener registradas las creencias negativas, intenta intercambiarlas por afirmaciones realistas, por ejemplo, en lugar de pensar “no puedo lograrlo”, intenta cambiar esa creencia por“puedo intentarlo y aprender en el proceso”. Estas afirmaciones te permitirán cambiar el enfoque hacia una mentalidad de crecimiento y autoaceptación. En tercer y último lugar, rodéate de personas positivas: La influencia de nuestro entorno es fundamental. Las personas que creen en nosotros y en nuestro potencial pueden ser un gran apoyo en nuestro proceso de cambio. Quédate cerca de pastores y líderes que puedan darte una mirada correcta, acerca de las creencias que Dios tiene sobre ti.

La forma en que nos vemos a nosotros mismos tiene un impacto profundo en nuestra vida. Las creencias erróneas y limitantes pueden restringir nuestro potencial, pero también podemos aprender a reemplazarlas por creencias que reflejen nuestra verdadera capacidad y valor. Al cuestionar las ideas que hemos aceptado sin reflexión y al construir creencias más sanas, podemos encontrar una mayor libertad emocional y un sentido más profundo de propósito y realización.

¡Hasta la próxima!