Cuando Las Circunstancias Cambian Mis PlanesMuestra

Pocos se atreven a hacerle preguntas a Dios en sus oraciones, posiblemente por temor o porque piensan que a Dios no se le puede cuestionar.

¿Es malo preguntar a Dios sobre alguna situación o problema que no entiendas?

¡Claro que no! El Dios de la Biblia no es un dios mudo, sordo, ni mucho menos está muerto. Hay pasajes bíblicos y existen muchos testimonios más que demuestran que Dios escucha y responde a nuestras preguntas.

«Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer» (Hechos 9:4-6 RVR 1960).

¿Qué quieres que yo haga? Es la pregunta que Pablo le hizo a Jesús y fue por medio de ella que conoció el propósito de su vida.

Si Pablo no hubiese hecho esa pregunta a Dios, probablemente no hubiera conocido los planes que Dios tenía preparados para él; y de seguro hoy no estaría registrada en la Biblia la vida del apóstol y todo lo que Dios hizo por medio de él. Ese encuentro con Jesús y la posterior pregunta fueron el inicio de la verdadera vida de Pablo.

¿Quieres saber los planes que el Señor tiene para tu vida? Pregúntale a Dios sin miedo y escucha Su respuesta atentamente con un corazón dispuesto a obedecer lo que Él te diga.

Los planes de Dios para tu vida son de bien y no de mal. La Biblia dice que Su voluntad es agradable y perfecta. Su carga es liviana y Su yugo es fácil de llevar.

«Pues yo sé los planes que tengo para ustedes—dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza» (Jeremías 29:11 NTV)

No tengas miedo de preguntarle a Dios sobre los planes que Él tiene para ti, tampoco seas desobediente una vez que escuches la respuesta. La Biblia dice que el camino de Dios es una senda agradable que trae satisfacción.