RestáuranosMuestra

"Restaurados para servir" - Mónica Fonseca

“Restaurar el servicio” es primordial tanto para la vida del cristiano como para la vida de la Iglesia. Servir es un acto de obediencia y adoración. Nos sana, nos alienta, nos fortalece como individuos y como cuerpo.

Jesús dijo que es más bienaventurado dar que recibir.

Gracias por aquellos que no dejaron de hacer lo que tenían que hacer.

Noé no se negó a hacer un arca, Moisés a ir al desierto, Rahab a recibir espías, Rut a trabajar en el campo, María Magdalena a lavar los pies de Jesús… y nuestro Señor como el Siervo por excelencia no se negó ir a la cruz.

¿Sentado o sirviendo?

La pregunta de Jesús en este pasaje es: ¿A quién ve la sociedad como el más grande?

Nuestro Señor, que sin duda es el mayor, vino para servir. Definiéndose a sí mismo de esta manera: “el que sirve”.

Hoy existe una batalla entre los que se sientan a la mesa y los que sirven. Los que quieren permanecer sentados y los que quieren servir.

¿Quiénes son los que se sientan a la mesa? En la actualidad tenemos, por ejemplo, a “los guerreros del teclado”. A ellos les encanta criticar desde un celular, tienen sus opiniones, mentalidades y juicios, censuran y cuestionan a aquellos que están sirviendo. Son los que podrían tener las mejores ideas y llevarlas a cabo de las mejores formas. ¡Pero sencillamente no lo hacen!

¿Quiénes son los que sirven? “Son los que pelean la buena batalla de la fe”, los que ponen sus dones y talentos para el servicio. Son aquellos a quienes no les queda tiempo para cuestionar o hacer juicios, porque su tiempo lo están empleando en marcar la diferencia. Mayormente la gente que hace cosas, no las publica, porque las hace para El Señor y el servirle es la causa fundamental de su gozo (Mateo 6:3).

Es más fácil criticar desde las gradas que desde el campo de juego. En ese campo se lucha, se transpira, se corre, se nos mancha la ropa con barro, con sangre o con césped.

Pero al final del día se puede sentir la satisfacción de haber hecho lo que teníamos que hacer, de haber peleado una nueva batalla.

ORACIÓN

Señor, revela esto en mi corazón para que pueda entender la importancia de ser un siervo que agrade a tus ojos. Que deje la pasividad y con gozo me disponga a cumplir tu propósito.