¿Te atreves a dudar?

Intenta enfocarte por un momento en la imagen de Nicodemo. Un hombre inteligente, de alto cargo y mucha influencia. Cuando la gente tiene preguntas, acuden a él. Tiene las respuestas y habla con autoridad. Un hombre de estatura. Un maestro e irradia eso. Miembro de una alta orden religiosa.

Y entonces se encuentra con Jesús.

Intrigado, sigue a Jesús y ve cosas que no comprende ni puede explicar. Su autoridad, Su poder son de otro orden.

En "Los Elegidos", ves cómo esto se desarrolla maravillosamente. La certeza se convierte en duda con Nicodemo. El "saber" se convierte en cuestionamiento. El maestro se convierte en alumno.

Y no sólo ves esto en "Los Elegidos". En Juan 3, tienes la misma imagen. Es hermoso, ¿verdad?, que un hombre que tiene el conocimiento para todo tipo de dudas con Jesús se convierte en discípulo. Alguien que empieza a hacer preguntas y llega a recibir respuestas.

En "Los Elegidos", ves a Nicodemo debatirse entre ser el "maestro" de sus seguidores, de la orden religiosa, y buscar a Jesús para comprender más.

¿Te atreves a dudar?

¿Y te atreves a ir a Jesús con tus dudas?

Creo que esa es una gran lección que puedes llevarte hoy. Dudar está "bien". Si somos sinceros, todos lo hacemos de vez en cuando. Pero, ¿a dónde vas con tus dudas?

Lo hermoso de Jesús es que no despide a Nicodemo, ni lo mantiene a distancia. No, al contrario, le invita a entrar. Ven a ver, acércate.

¿Te atreves a ir a Jesús?

Reflexiona sobre las siguientes preguntas:

• ¿Alguna vez dudas?
• ¿Qué haces con tus dudas?
• ¿Qué lugar ocupa Jesús en tus dudas?

Ora: "Señor, a veces me parece tan fácil tener 'la' respuesta, pero me doy cuenta de que 'Tus pensamientos son mucho más elevados que los míos', y de que mi pensamiento y mi comprensión son mucho más pequeños que los tuyos. Quiero acercarme a Ti y aprender de Ti. Ayúdame a verte. Amén".