Amor en Tus Relaciones FamiliaresMuestra
La Palabra de Dios nos enseña que en la lengua hay poder de vida y de muerte, que la palabra amable es un árbol de vida, pero las palabras perversas destruyen el espíritu. Y que no debemos amar de palabras, o de labios para afuera, sino con hechos y de verdad. Por tanto, el reto para cada matrimonio es actuar y hablar con intenciones transparentes, buscando el bien del otro, imitando a Dios que es amor.
Dios es el origen y la fuente de amor tanto para la esposa como para el esposo, y ambos deben responder a ese amor de la misma forma. Es decir, con amor mutuo hacia Dios, entre ellos y hacia el prójimo. Esta comunicación recíproca entre la pareja, poniendo a Dios en medio de todo influye de una forma transformadora en el matrimonio, fortaleciéndose uno a otro y manifestándose visiblemente en amor, consideración, compasión y el entendimiento mutuo de manera equilibrada a través de Cristo en todo momento.
- Practica hoy: Dedica un tiempo a solas en intimidad con Dios, para llenarte de su amor en la palabra y pedirle su guía y templanza para responder a tu pareja desde ese amor intencional que solo de Él puedes recibir. Para que tus palabras y acciones te cambien primero a ti mismo, y te hagan ver y valorar a esa persona que Dios ha puesto a tu lado, y así puedas tratarla como te gustaría ser tratado.
Acerca de este Plan
Una relación es una conexión entre dos personas, que debe ser cuidada y protegida para que sea un vínculo perfecto. Por tanto, si alguien nos habla o actúa como reflejo del amor (que es el atributo principal de Dios), debemos responder de la misma manera, cultivando una relación recíproca, donde Dios une como un cordón de tres dobleces guiándonos a proceder con amor en todo momento.
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Nos gustaría agradecer a Conectados.link por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://conectados.link/