Eco De DiosMuestra

Eco del perdón

¿Hay algún dolor en tu alma que nadie más que tú conoce? ¿Momentos de tu vida que te han herido profundamente? Hasta hoy no has tenido el valor de hablar de ello con los demás. Durante años has intentado olvidarlo. Pero vuelve a surgir una y otra vez. Hay una herida en tu alma que no cicatriza y que duele mucho. Hoy hablaremos de cómo se puede curar tu alma.

Las heridas necesitan tiempo para sanar. Y necesitan ser limpiadas de todos los cuerpos extraños. Lo mismo ocurre con tu alma. El perdón es la parte que contribuyes a sanar. Perdonar significa sacar el cuerpo extraño de la herida. Y el perdón te ayuda a superar el trauma.

La historia de José nos habla de manera impresionante del poder del perdón. Aunque sus hermanos le habían vendido, años después no les guardó rencor. Dios había cambiado su corazón a través del perdón. Después de todas las malas experiencias a manos de sus hermanos, ahora podía presentarse ante ellos y decir: "Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien". Ni una palabra de venganza. Ni una palabra de ira. Ni un reproche. El perdón había sanado su corazón.

El perdón significa que las malas experiencias de tu pasado ya no determinan tu futuro. El perdón te libera. El perdón es una decisión. Perdonar significa renunciar al derecho a enmendarse. Aunque no deshace lo ocurrido, cambia su significado.

Esta decisión es increíblemente liberadora. Y al mismo tiempo, puede costarte mucha fuerza. Si necesitas ayuda con esto, asegúrate de buscar el apoyo personal de un consejero o pastor de tu comunidad. Perdona a los demás. Y perdónate a ti mismo. Como Dios te ha perdonado a ti. Recibe la gracia perdonadora de Dios para tu vida. Y deja que este perdón resuene en tu relación con los demás.