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El segundo caso es el de una madre conocida como “la mujer sirofenicia” (Marcos 7:24) o “la mujer cananea” (Mateo 15:22). El tema era que tenía una hija endemoniada. Quizás para nosotros, y sobretodo después de 2 mil años, resulte en una porción altamente recomendable para meditar, pues sabemos cómo termina la historia. Pero para esta madre extranjera de quien se desconoce su nombre seguramente debió haber sido “el” tema de su vida, no solo por el problema en sí, sino también por la condena social.

Fue tal su desesperación que apenas oyó que Jesús pasaba por la región de Tiro y Sidón, la mujer “se arrojó a sus pies” (Marcos 7:25), gritando: “Señor, Hijo de David, ten compasión de mí” (Mateo 15:22).

¿El problema?

“Mi hija sufre terriblemente por estar endemoniada” (Mateo 15:22).

“Y le rogaba que expulsara al demonio que tenía su hija” (Marcos 7:26).

Los evangelistas enfatizan que era una mujer extranjera. Y la primera impresión es que aun para Jesús esto era un inconveniente. “No está bien quitarles el pan a los hijos y echárselo a los perros” (Marcos 7:27).

Es ahí cuando la mujer sacó fuerzas de donde no tenía, y le volvió a suplicar por su hija. “¡Señor, ayúdame!” (Mateo 15:25). La insistencia de una madre es incomparable, pues no descansa hasta obtener la bendición de sus hijos. “Sí, Señor, pero hasta los perros comen debajo de la mesa las migajas que dejan los hijos” (Marcos 7:28).

Lo que se diferencia del caso de Jairo es que Jesús tomó de la mano a la niña, mientras que aquí no hubo ningún contacto físico, y la sanó de palabra a la distancia, por lo que resalta la fe de la madre más aún.

“¡Mujer, qué grande es tu fe! Que se cumpla lo que quieres. Y desde ese mismo momento quedó sana su hija” (Mateo 15:28).

“Por haberme respondido así, puedes irte tranquila; el demonio ha salido de tu hija. Cuando ella llegó a su casa, encontró a la niña acostada en la cama. El demonio ya había salido de ella” (Marcos 7:29-30).

Aquí nos encontramos con una mujer extranjera que tenía una fe enorme, y gracias a ella, su hija fue sanada completamente.

Una vez más.

¡Respuesta garantizada al 100%!