Obra MaestraMuestra

La palabra hechura es verdaderamente hermosa. Viene del griego poiēma y significa el que hace versos, poeta; el que hace algo que está prescrito. Toma tiempo disfruta esto. La palabra griega traducida “hechura” es poiema, de la cual se deriva nuestra palabra poema. Aquella palabra significa lo que se hace, un producto manufacturado. La salvación es por gracia y se recibe por la fe. Nuestra posición ante Dios es de hijos perfectos por la causa de Cristo quien lo hizo posible. Somos ese poema de amor escrito con sangre que le dice al mundo: “Esto era lo que estaba establecido desde el principio”. Pablo lo dijo de esta manera: "Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él" (Efesios 1:4).

¡Qué liberador es esto! El mundo te ve imperfecto, en tu hogar te ven imperfecto, según tú, no eres perfecto, pero cuando Dios te ve, no lo hace basado en tus opiniones ni en la valoración de ningún mortal. Él te ve en Su Hijo y dice: ES PERFECTO. No eres un desastre, no eres para Dios un error, sino una OBRA. Él no te pide que hagas obras para ser perfecto, él te hizo perfecto para las obras que ya Él había preparado para que andes. Eres perfecto por la obra de Cristo, no por tus muchos méritos o triunfos. Vivimos en una cultura que nos vino enseñando sobre un Dios que pide obras para perfeccionar a los que le buscan. Pero la Biblia nos muestra que la obras del hombre le alejaron de Dios y solo la obra de Dios en Su Hijo nos podía devolver al diseño original.

Él no necesita que hagas para ser, por cuanto ya eres en Cristo haces. Se libre de toda duda y mentira. Esa perfección no te vuelve orgulloso, arrogante y prepotente. Esa perfección mata todo lo del yo para que Cristo sea la expresión en nuestras vidas. La solución divina al dilema humano fue Cristo. Cualquier obra, mérito, esfuerzo humano, anula la gracia y niega la fe. No vernos según Dios nos ve, es dejar la obra completa en Cristo, a una exposición de dudas y abusos.

Hoy es un buen momento para caminar en las obras que ya Dios preparó y descansar que Su obra nos hizo perfectos en Él.