Una Persona Conforme Al Corazón De DiosMuestra

La oración de David

Encontramos aquí una de las oraciones más profundas y conmovedoras del rey David. Luego de haber sido coronado rey y haber logrado importantes victorias militares, David entra a Jerusalén llevando consigo el arca del Señor. Luego David le expresa al profeta Natán su inquietud por habitar él en un palacio mientras que el arca de Dios se encontraba bajo una tienda de campaña.

El profeta Natán reconoce la presencia de Dios con el rey David y recibe un mensaje de parte de Dios para el rey. Natan le da el mensaje a David y le confirma aquel pacto de fidelidad y protección y que su reino no tendría fin. David reacciona adorando al Señor Todopoderoso y dice en su oración:

“¿Quién soy yo y quién es mi familia para que me hayas traído hasta aquí?”. David reconoce que no ha sido por sus méritos o sus logros que ha podido llegar hasta ese momento de su vida. Así como cuando pastoreaba las ovejas de su padre Isaí y reconoció la protección de Dios ante los animales salvajes que atacaban a su rebaño, así como cuando enfrentó al gigante Goliat y lo venció, así mismo como lo guardó de las trampas de su antecesor Saúl y le dio las victorias militares a su pueblo Israel, David, humildemente reconoce quién es el que está detrás de todos esos eventos y no le exige sino que agradece a su Señor.

“¡Qué grande eres, Señor omnipotente!... Estableciste a Israel para que fuera tu pueblo para siempre, y para que tú, Señor, fueras su Dios". David tenía presente las promesas del Señor para Su pueblo y cada una de sus acciones estaban alineadas con la voluntad y el cumplimiento de esas promesas. David tenía muy presente que él era un instrumento en las manos del Señor. Toda su oración es una adoración al Todopoderoso y sus peticiones de bendición sobre su dinastía descansan en las promesas que Dios mismo había declarado.

Que podamos reconocer con humildad que Dios es el protagonista de nuestra historia. No hay nada que se escape de Su soberanía y de Su voluntad. Que podamos aprender de la actitud humilde de David y que si recibimos bendiciones de parte del Señor entendamos que es para seguir cumpliendo Sus propósitos a través de nuestra vida. Una vida que depende de Él y para Él.