Una Persona Conforme Al Corazón De DiosMuestra
Últimas palabras de David
Este pasaje inicia con una descripción sencilla para el perfil de un hombre que marcó en gran manera la historia de su pueblo, pero también el perfil de lo que la misma Biblia registra como un “hombre conforme al corazón de Dios”. De origen humilde, de gran fe, aguerrido, osado y que sabía quien era su Dios.
Estas palabras de David, expresan su corazón y anhelo al final de su vida. En pocas palabras, pero con gran contenido, reconoce los beneficios de Dios, confiesa sus pecados, profesa su fe, se consuela en el pacto y denuncia la destrucción a los incrédulos. ¡Cuánto en tan poco!
David reconoce que no fue realmente mérito propio su vida, sino que Dios estuvo con él, fue su inspiración y habló por medio suyo y quizás este es el principio de su éxito y de ocupar el podio de los grandes en la Biblia.
David en retrospectiva reflexionó sobre cómo un gobernante sabio es bendecido cuando gobierna con justicia. Aunque su reinado no fue perfecto, vivió momentos difíciles cuando producto de sus propias pasiones tomó decisiones inconsultas de las cuales tuvo que asumir los resultados. Sufrió un oscuro escándalo durante su reinado, sufrió repetidas crisis familiares, la muerte de su pequeño hijo, un intento de insurrección de su propio hijo, guerra civil y tres años de hambruna.
Sin embargo, David tenía claro que Dios siempre tiene el control y que el pacto perpetuo que Dios en Su misericordia le había hecho no estaba basado en la labor de David como gobernante, sino en el compromiso lleno de gracia de Dios con su pacto, en la promesa mesiánica no solamente para el pueblo hebreo sino para la humanidad.
David fue el rey más grande de Israel y el ancestro más prominente de Jesucristo. Dios es fiel. En Él podemos confiar.
Escrituras
Acerca de este Plan
David fue un hombre con virtudes y defectos. El dulce cantor de Israel, conforme al corazón de Dios, quien guío y apacentó a Su pueblo, pero también fue un adúltero y homicida. Se arrepintió, Dios lo perdonó y restauró, no obstante sufrió las consecuencias de su pecado. Así como David, nosotros somos seres humanos, falibles y frágiles, y Dios también nos quiere y nos puede usar para Sus propósitos.
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Nos gustaría agradecer a Confra Unicentro por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://confraternidad.org.co/