Healer: Un Devocional De 7 Días Con Casting CrownsMuestra

A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda?

Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra.

Salmos 121:1-2

Al final del Salmo 23, Dios aparece con una mesa. Allí, en presencia de nuestros enemigos, Dios quiere que acerquemos una silla y nos sentemos un rato. No esté asustado en lo más mínimo. Él quiere ser nuestra paz en medio de todo.

Pero, a veces, preferimos que Dios aparezca con la espada. Si decidimos por Dios cómo va a aparecer, cómo se supone que se verá el éxito o la sanidad, y no sale de la manera que esperábamos, estamos en peligro de creer que no se presentó en absoluto.

Este argumento es la razón por la que muchas personas rechazan a Dios y huyen de profesar su fe. No planeé que gran parte del álbum Healer se detuviera en el tema de la sanidad. No soy muy calculador. Tiendo a mirar atrás y ver temas, y lo que vi después de escribir las letras, es que necesitamos abrir los ojos para ver de dónde viene nuestra ayuda.

Una de nuestras canciones más populares, “Praise You in the Storm”, contiene una línea que puede ser la letra más incomprendida de cualquiera de nuestros discos. En el puente, canto: “¿De dónde viene mi ayuda?” Debido a que soy del Sur Profundo, la gente en realidad ha escuchado: "¿De dónde viene mi cadera?"

La respuesta en cualquier caso es Dios, por supuesto.

Pero la letra se malinterpreta no por mi acento, sino porque mucha gente no cree que encaje. Estoy citando el Salmo 121:1-2. El salmista pregunta de dónde viene su ayuda, y luego responde a su propia pregunta: "Mi ayuda viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.”

Las personas me han dicho que estaban confundidos porque la canción trata sobre esos momentos en que la ayuda de Dios no parecía llegar. “Y por eso está en la canción”, les digo. “Porque Dios es el que ayuda, y el que ayuda siempre está ayudando”

Es posible que no siempre veamos Su mano trabajando. Puede que no nos guste Su respuesta. Ciertamente no siempre entendemos Sus caminos. Pero Dios siempre está obrando. Es un consejero maravilloso, y un consejero que siempre aconseja. Siempre está aconsejando, siempre en movimiento, siempre alcanzando.

Ese pasaje, en medio de la “Praise You In The Storm”, es un arrepentimiento por sentir que Dios no apareció. Es un cambio completo de mi espíritu y actitud el decir, "Dios, abre los ojos de mi corazón para ver lo que estás haciendo, porque creo, confío, sé que estás haciendo algo.”