Fortaleza en La Debilidad Muestra
Aliento para el rescatista
No sé si eres médico, enfermero, rescatista, mentor de otros o simplemente alguien con un corazón atento a las necesidades de los demás. Pero lo que sí sé es que tú también puedes vivir momentos de frustración y fatiga, por más experimentado que seas en tu labor.
¡Te entiendo, yo he estado ahí! Pasando largas horas del día, semanas y hasta meses, asistiendo a otros y cayendo de repente en las profundas aguas de la soledad, la impotencia y el cansancio. Pero lo maravilloso ha sido darme cuenta de que no estoy solo; Dios siempre ha provisto espacios de refrigerio en medio de mis situaciones extenuantes.
La Biblia registra que el profeta Elías había experimentado la presencia de Dios a un nivel nunca antes visto mientras derrotaba, en Su nombre, a los falsos profetas de Baal. Pero la Biblia también registra que al final de su jornada terminó agotado y experimentó de primera mano el hecho de saber que a la victoria, en oportunidades, le precede un grado tal de vulnerabilidad, envuelto en un torbellino de sentimientos de soledad y temor. Y esto fue lo que precisamente vivió Elías, a tal grado que lo llevó a darse por vencido: “¡Estoy harto, Señor! —protestó—. Quítame la vida.” (1 Reyes 19:4)
¿No te parece alentador saber que aun los grandes héroes de la fe también tuvieron sentimientos de soledad, frustración, incomprensión y derrota? Pero aún más esperanzador es darnos cuenta de que Dios siempre provee refugio para todos, no solo para aquellos que han sido afectados por calamidades y desastres, sino también para aquellos que le sirven a Él bendiciendo las vidas de otros.
Recuerda,
Dios siempre está dispuesto a tocar y restaurar las vidas de sus siervos; Él siempre responde al clamor silencioso de nuestra frustración y cansancio, llevándonos de regreso a las refrescantes aguas de Su presencia.
Dios siempre bendice a los que somos pobres en espíritu y a quienes reconocemos nuestra necesidad y dependencia de Él; por esto, descansamos en el hecho de saber que, por gracia, el reino del cielo nos pertenece.
No es permitido llorar, estar tristes, reconocer y abrazar nuestra humanidad; lo grandioso de esto es saber que Dios bendice a los que lloran, porque es Su promesa que seremos consolados.
Dios bendice a los que procuramos la paz a pesar del conflicto, la polarización y la injusticia. Y lo hacemos porque sabemos que el mundo sabrá que somos hijos de Dios.
Y finalmente, es esperanzador saber que Dios tambien bendice a los que somos perseguidos por hacer lo correcto. Caminamos en gracia y estamos tranquilos en nuestro peregrinaje porque sabemos que el reino del cielo nos pertenece.» (Mateo 5:3,4-9,10)
Acerca de este Plan
El mundo de hoy cada día pone más alto frente a nosotros estándares de perfección imposibles de alcanzar, que nos obligan en oportunidades a esconder nuestras debilidades debajo del “Manto social” y nos cerramos a la posibilidad de ser conocidos como realmente somos, haciendo que nuestros fracasos o deficiencias permanezcan en el lado oscuro de nuestra vida.
More
Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://conectar.conociendoadios.net