La bendición de lo ordinarioEjemplo

El Real

El queso y el pan de David lo traen al ejército de Israel mientras Goliat está dando un reto desafiante. Siempre se pierde en la leyenda tradicional "desvalido versus gigante", pero esta no es la primera vez que Goliat le grita a los israelitas.

Los ejércitos han estado acampando enfrentados uno con el otro por cuarenta días (¿suena familiar?) Y el campeón de Filistea se paraba cada mañana y cada noche solicitando un oponente digno. Esas son ochenta veces. Pero 1 de Samuel registra otro hecho revelador:

Cada vez que los ejércitos estaban uno frente al otro hacían sus gritos de guerra. El ejército de Dios, juramentado para pelear por el Nombre y la Gloria de Jehová, usando su indumentaria oficial de batalla, y dando el grito del guerra del Señor, se acobardaba cuando un enemigo se ponía de pie. Toda una indumentaria, sin agallas.

Una de las razones por las que creo que vivir la vida de fe en lo "ordinario" es de hecho una expresión más radical de la vida en Cristo es porque nos requiere no vernos como si hiciéramos un papel de cristianos, sino vivirlo con un corazón para Dios en cada momento. Las rutinas diarias están repletas de decisiones que requieren que nosotros escojamos entre el temor y confianza, esperanza y cinismo, amor o egoísmo, humildad u orgullo.

La bendición de la "vida ordinaria" es que Dios nos conceda una constante sucesión de oportunidades para conocer Su gracia y presencia en lugar de esperar por un momento perfecto para demostrar nuestro amor por Él de manera dramática. El ejército de Dios se veía como la gente de Dios, y aun así no habían acciones que acompañaran su condición.

David ya había caminado en obediencia y era capaz de ser obediente al enfrentar a Goliat. Muchos de nosotros nos imaginamos en el futuro como un súper santo lleno de fe radical, pero la obediencia debe ocurrir en el mundo real del ahora. No ocurre cuando estamos en un gran grupo haciendo ruido por el nombre de Dios y no cuenta si ocurre en tu cabeza.

La obediencia requiere que salgas a "lo real", en el contexto presente en el que te encuentras, y escojas: Confiar en Dios o derretirte entre la multitud que habla acerca de confiar en Dios. Mañana responderemos la pregunta: ¿Qué hizo que el muchacho pastor David fuese diferente a los soldados gritadores del Señor?