La Navidad Es JesúsMuestra

UN CORAZÓN APTO

La fascinante historia nos detalla la concepción de un niño que, dado a luz, será llamado Jesús. Esta concepción no fue de fácil comprensión porque lleva la marca milagrosa de Dios, un Hijo concebido no por hombre, sino por el Espíritu Santo. María va a tener una experiencia sobrenatural; la visita de un ángel que le anunciaría su comienzo de maternidad y en su diálogo podemos descubrir el verdadero corazón que Dios escogió para traer a la Vida.

Leemos en (Lc. 1:28 RVR1960) “… ¡Salve, muy favorecida!...” y en (Lc. 1:30 RVR1960) “…  no temas, porque has hallado gracia delante de Dios”, dos expresiones con las que Dios describe a María. Una mujer “favorecida y con la Gracia de Dios”. Seguramente preguntas ¿todos somos favorecidos y con gracia? ¿Por qué no eligió otra mujer? María no era más especial de lo que podes serlo vos en este mismo momento. El secreto no estaba en quién era ella, sino el corazón que tenía en su interior y Dios mira el corazón “… porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.” (1Sam. 16:7 RVR1960)

¿Qué cualidades tiene un corazón que concibe a Jesús?, y la respuesta es clara: “Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia” (Lc. 1:38 RVR1960). Un corazón está fértil y preparado para que Jesús sea concebido, cuando hay rendición y obediencia a Dios. María se declara sierva, es decir, alguien que le pertenece a un amo. Es un corazón que se rinde voluntariamente a Dios para pertenecerle por amor y se somete a sus planes obedientemente.

Así como a María, Dios mira tu corazón; no importa si tu condición económica, intelectual, familiar es o no de la más deseada, Dios no te ve como vemos los hombres. Por esta razón amigo lector, hoy no podes dejar pasar este día, debes preparar tu corazón para la navidad, para Jesús. Si hoy te rendís a Dios y te entregas a sus planes, Jesús es concebido en tu corazón. Comienza la navidad que es JESÚS.

Oración: Dios, no tengo nada para darte más que mi corazón; te lo entrego para que Jesús comience a gestar su vida en él. Mi corazón rendido en tus planes y propósitos, Amén.