Puedes correr, pero no puedes esconderteMuestra

En esta temporada hay mucho miedo en torno a lo desconocido, sobre todo teniendo en cuenta que estamos en una pandemia mundial con muchas incertidumbres. A menudo tememos al futuro porque no podemos controlarlo, así que tratamos de controlar lo que está en nuestro presente porque es lo más cercano. Esto es lo que hizo Agar cuando huyó, pero al final, cuando entregó el control a Dios y volvió a enfrentarse a su miedo, pudo recibir la bendición para su hijo y las generaciones venideras. Podemos estar seguros de que sus caminos son más altos que los nuestros y sus pensamientos son más altos que los nuestros. Dios ve el panorama más amplio y puede dirigir nuestros pasos si se lo permitimos. 

Preguntas:

Identifica un área de tu vida que hayas estado tratando de controlar y necesites rendirla a Dios. Confiesa esta preocupación, miedo y control a un amigo de confianza y pide una oración para entregar diariamente a Jesús. Todos necesitamos personas en nuestras vidas que puedan compartir el viaje y que nos animen a confiar en Dios