[Serie La manifestación de Cristo en nosotros] Parte 2Muestra

Llenos del espíritu

Pablo enseña que el creyente debe llenarse de lo que ya posee, el Espíritu. Nosotros debemos llenarnos de algo que ya poseemos, esa es la única ordenanza que se nos da a nosotros con respecto al Espíritu, que seamos llenos del Espíritu. Si yo veo a un indigente que tiene necesidad y que tiene hambre y que no tiene recursos para poder comprar comida, pues está imposibilitado para adquirir comida y entonces le digo llénate de comida, eso sería un insulto; porque me va a decir, pero… ¿de qué comida? ¿Qué voy a hacer? Pero si yo tomo a esa persona y lo llevo a un restaurante buffet, pago el costo de su buffet y entonces le digo llénate de comida, es muy diferente. Puedo decir: llénate. No es un insulto, es una magnífica noticia, porque delante suyo está todo lo que él desea y todo lo que él necesita. Si Dios nos dice, sean llenos del Espíritu y no nos lo ha dado, sería un insulto. Porque todo lo del Espíritu está disponible para nosotros y lo que necesitamos es tomar lo que ya es nuestro y llenarnos de ello, porque el Espíritu ya nos ha sido dado. 

El versículo ya nos fue dado, «cuando el Espíritu de verdad venga» y ya vino; lo tienes, está en ti. Entonces, nos guía a toda la verdad. La razón del por qué muchas personas están confundidas y no saben lo que poseen en Cristo es porque son guiados por su denominación o su religión, pero nosotros debemos ser guiados por el Espíritu, quien es el que nos lleva a toda la verdad. Esa verdad es todo aspecto de la vida de Cristo, porque Cristo es la verdad.

Entonces se nos ha dado el Espíritu del Hijo para que nos dirija en todo lo que pertenece a la vida del Espíritu. Pero que el problema es que el alma no nos permite verlo. Por eso requieres de tiempos específicos en donde el Espíritu nos guíe a esa verdad. «Les hará saber lo que habrá de venir». ¿Cuántos quieren saber lo que va a venir? Te hará saber que vienen tiempos de una iglesia gloriosa, que tu vida es y será victoriosa, que no te sucederá mal, que la tierra verá la manifestación de los hijos de Dios y que habrá más personas que van a ser agregadas a la verdad divina, que conocerán la verdad y la verdad los hará libres.