Equipadas - Ayer y hoyEjemplo

El aliento es una poderosa arma contra el desaliento, la ansiedad, la depresión, el temor, la ira y el estrés. Otra poderosa arma contra estas cosas es la paz. La paz de Dios guarda nuestros corazones y sobrepasa todo entendimiento. (Fil 4:7)

La iglesia primitiva experimentó esta paz. Se fortalecieron al enfocarse en la paz que Dios provee. Mientras se mantenían enfocados en el Señor, ellos eran alentados. El ministerio del Espíritu Santo en sus vidas, individual y corporativamente, les permitió experimentar esta paz, aliento y fortaleza. 

Cuando nos mantenemos enfocadas en Dios, estamos en mejores condiciones para recibir y experimentar la paz que Él anhela darnos. Es amable y cariñoso, y anhela satisfacernos en nuestras necesidades. Para la iglesia primitiva, mantener su enfoque en Dios les permitió ser continuamente alentados y crecer continuamente en número. Dios es fiel todavía hoy. Nos animará de la misma manera que alentó a la iglesia primitiva a medida que mantenemos nuestros corazones y nuestras vidas enfocados en Él.

Padre Dios, te agradezco por Tu paz que sobrepasa todo entendimiento. Gracias por alentarme cuando más lo necesito. Pido Tu paz y aliento para Tu pueblo. Abre mis ojos para ver a quién puedo alentar hoy. Amén.