Equipadas - Ayer y hoyMuestra

Simón era un hombre muy conocido en Samaria. Era un mago, y muchas personas lo seguían y le prestaban atención a lo que hacía y a lo que decía. Simón tenía gran influencia en la ciudad debido a la magia que realizaba.

Cuando Felipe proclamó el nombre de Jesús en Samaria, mucha gente creyó. Estaban acostumbrados a ver señales milagrosas debido a la magia de Simón, pero esas señales milagrosas no eran nada en comparación con los milagros que Felipe y los otros seguidores de Cristo realizaron en la ciudad. La obra de Dios no fue mágica. Fue el verdadero poder del Espíritu Santo transformando vidas, corazones y ciudades. No tiene nada de mágico, pero es milagroso.

La verdad del evangelio es mayor que cualquier cosa que hayamos encontrado a lo largo de nuestra vida. Transforma vidas, corazones, ciudades y naciones. Cuando realmente creemos que Jesús es Quien dijo ser, nuestras vidas se transforman. El evangelio es poderoso. Fue lo suficientemente poderoso como para transformar las vidas de muchos en Samaria, y es lo suficientemente poderoso como para transformar tu vida y tus circunstancias. 

Jesús, creo que eres el Hijo de Dios. Creo que Tu evangelio es verdadero y tiene poder transformador. Creo que puedes transformar vidas, incluida la mía. Confío en Ti con mis circunstancias hoy. Solo Tú puedes cambiar vidas y corazones. En Tu nombre, amén.