El Plan del Padre.Muestra

 Justificados.

 Dentro de la voluntad de Dios para el ser humano nunca estuvo el que el hombre fuese condenado a una vida de miseria, soledad o dolor; al contrario; Él desea nuestra libertad, bienestar presente y futuro y la paz en nuestro ser; sabemos que esto se perdió por el pecado, sabemos que tuvo que pagarse un precio porque cada pecado lleva consigo un castigo y es por esto que se necesitó un pago expiatorio por nosotros: Jesucristo.

 Cuando se habla de la Cruz y de Jesucristo muchas personas tienen en poco la maravillosa obra que se llevó a cabo en ese lugar, ese fue el momento en que se restableció la comunicación con nuestro Padre, fue el momento de nuestra libertad del pecado y de la muerte; fue el momento en que fuimos justificados para poder estar en la presencia maravillosa de nuestro Padre, en la Cruz fue que satanás fue vencido, la muerte destruida y el pecado perdonado, mira todo lo que sucedió por la obediencia de un hombre el cual estuvo dispuesto a ser receptivo a la voz de Dios y se humilló a sí mismo hasta la muerte más horrenda y dolorosa que ningún ser ha soportado por amor a alguien más.

 Cuando se habla de la Cruz no puede dejarse pasar la oportunidad de invitar a las personas a que si no han recibido a Jesucristo como Señor y Salvador dispongan su corazón y le permitan entrar a sus vidas para volver al plan original de Dios, para que la voluntad del Padre sea cumplida en nuestra vida, es por eso que hoy te invito a que lo recibas si no lo has hecho, si ya eres parte de la familia de Dios te invito para que también ores conmigo:

 Buen Dios, sabemos que tu amor, misericordia y bondad no tienen comparación porque has trazado para nosotros un plan maravilloso que se culminó en la Cruz, sabemos que por medio de Jesucristo es que somos libres del pecado y la muerte y por eso queremos aceptar a tu Hijo como nuestro Señor, nuestro Salvador; queremos pedirte que nos abras el entendimiento y que tu Santo Espíritu nos guíe a toda Verdad, que cada día podamos hacer tu voluntad para ver tu favor en nuestra vida, gracias porque sé que ahora soy tu hijo y que mi nombre está en el Libro de la Vida, amén.