No Ver El MalMuestra

¿Sabías que está científicamente demostrado que ayudar a los demás te hace sentir bien? En un estudio llamado "Encuesta comparativa del capital social de la comunidad", supervisado por investigadores de la Universidad de Harvard, las personas que contribuyeron con tiempo o dinero tenían 42 por ciento más probabilidades de ser felices que las que no lo hicieron.

Pero incluso si estás a favor de donar, la generosidad y ayudar a los demás, tal vez sientas que no puedes. Piensas, es una gran idea, pero no hay nada que pueda hacer al respecto en este momento. Donaré algún día, sino que no sé si mis $3 harán mucha diferencia hoy. Si eres tú, mira el versículo de hoy:

Cada uno debe decidir en su corazón cuánto dar. Y no den de mala gana ni bajo presión. “Porque Dios ama a la persona que da con alegría” (2 Corintios 9:7 NTV).

La verdad es que nunca se sabe cómo Dios va a usar incluso tu pequeña donación para hacer una gran diferencia en la vida de otra persona. Lo que Dios puede hacer no está limitado por lo que tenemos o no tenemos. ¡Podemos confiar en que Él tomará nuestro poquito y lo multiplicará en mucho!

Nuestros pequeños esfuerzos de generosidad tienen un efecto dominó que va mucho más allá de lo que podríamos predecir. Entonces . . .

Piensa en un pequeño gesto de generosidad que puedas hacer esta semana.Nuevamente, no te centres en si te parece significativo o no, porque no tienes idea de cómo Dios podría multiplicar tu esfuerzo para impactar a alguien más. Tal vez tengas algunas cosas geniales que alguien más podría usar. ¿La mochila del año pasado? ¿Un abrigo?

Usa lo que tienes, no importa lo pequeño que sea, para hacer una diferencia para otra persona. Aunque es difícil comenzar, cuando finalmente aflojas los dedos y los sueltas, te das cuenta de lo bien que se siente ayudar a los demás.