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Rut 2:13-20

Rut 2:13-20 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

—¡Ojalá siga yo siendo de su agrado, mi señor! —contestó ella—. Usted me ha consolado y me ha hablado con cariño, aunque ni siquiera soy como una de sus criadas. A la hora de comer, Booz le dijo: —Ven acá. Sírvete pan y moja tu bocado en el vinagre. Cuando Rut se sentó con los segadores, Booz le ofreció grano tostado. Ella comió, quedó satisfecha y hasta le sobró. Después, cuando ella se levantó a recoger espigas, él dio estas órdenes a sus criados: —Aun cuando saque espigas de las gavillas mismas, no la hagan pasar vergüenza. Más bien, dejen caer algunas espigas de los manojos para que ella las recoja, ¡y no la reprendan! Así que Rut recogió espigas en el campo hasta el atardecer. Luego desgranó la cebada que había recogido, la cual pesó casi un efa. La cargó de vuelta al pueblo y su suegra vio cuánto traía. Además, Rut entregó a su suegra lo que le había quedado después de haber comido hasta quedar satisfecha. Su suegra preguntó: —¿Dónde recogiste espigas hoy? ¿Dónde trabajaste? ¡Bendito sea el hombre que se fijó en ti! Entonces Rut contó a su suegra acerca del hombre con quien había estado trabajando. Le dijo: —El hombre con quien hoy trabajé se llama Booz. —¡Que el SEÑOR lo bendiga! —exclamó Noemí delante de su nuera—. El SEÑOR no ha dejado de mostrar su fiel amor hacia los vivos y los muertos. Ese hombre es nuestro pariente cercano; es uno de los parientes que nos pueden redimir.

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Rut 2:13-20 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Rut le dijo: «Señor mío, espero ser digna de tu bondad. Tus palabras me infunden consuelo, pues me hablas con el corazón, aun cuando no puedo compararme a una sola de tus criadas.» A la hora de comer, Booz le dijo: «Acércate. Toma un poco de pan, y mójalo en la salsa de vinagre, y come.» Rut se sentó junto a los segadores, y Booz compartió con ella lo que estaba comiendo, y ella comió hasta saciarse, y aun le sobró. Luego se levantó para seguir espigando. Mientras tanto, Booz les dijo a sus criados: «Déjenla recoger espigas también de entre las gavillas, y no la incomoden. Y dejen caer algo de los manojos, para que ella lo recoja, y no le digan nada en contra.» Y así, Rut recogió espigas en el campo hasta el anochecer, y de todo lo que había recogido desgranó como veinte litros de cebada, y lo guardó y regresó a la ciudad. Al llegar, sacó también lo que le había sobrado después de comer, y se lo dio a su suegra. Y al ver Noemí todo lo que había recogido, le preguntó: «¿Dónde recogiste espigas hoy? ¿Dónde estuviste trabajando? ¡Bendito sea el que te ha tratado con tanta bondad!» Rut le contó a su suegra que había estado trabajando en el campo de un hombre llamado Booz. Entonces Noemí le dijo: «¡Que el Señor lo bendiga! El Señor no nos ha retirado la bondad que mostró hacia nuestros muertos.» Luego añadió: «Ese hombre es pariente nuestro. Es uno de los que pueden rescatarnos.»

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Rut 2:13-20 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

Ella le contestó: —Usted es muy amable conmigo, y sus palabras me llenan de aliento. Me ha hablado usted con cariño, aunque yo ni siquiera soy como una de sus criadas. A la hora de comer, Booz llamó a Rut y le dijo: —Ven acá, toma un pedazo de pan y mójalo en esta salsa de vinagre. Rut se sentó junto a los segadores, y Booz le dio grano tostado. Ella comió hasta quedar satisfecha, y todavía le sobró. Luego, cuando fue otra vez a recoger espigas, Booz ordenó a sus criados: —Dejen que también recoja espigas entre los manojos de cebada. No se lo impidan. Y aun dejen caer algunas espigas de sus propios manojos, para que ella las recoja. ¡Que nadie la moleste! Rut recogió espigas en el campo de Booz hasta que llegó la noche. Y lo recogido por ella dio, al desgranarlo, más de veinte kilos de cebada. Regresó entonces a la ciudad cargada con el grano, y fue a mostrárselo a su suegra. Después sacó lo que le había sobrado de la comida y se lo dio a Noemí. —¿Dónde trabajaste hoy? —le preguntó Noemí—. ¿Dónde recogiste tantas espigas? ¡Bendito sea el que te ha ayudado de esa manera! Rut le contó a su suegra con quién había estado trabajando. —El hombre con quien he trabajado se llama Booz —le dijo. Y Noemí le contestó: —¡Que el Señor lo bendiga! Él ha sido bondadoso con nosotras ahora, como antes lo fue con los que ya han muerto. Ese hombre es pariente cercano de nosotras, y por eso es uno de los que tienen el deber de protegernos.

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Rut 2:13-20 Nueva Traducción Viviente (NTV)

—Espero continuar siendo de su agrado, señor —respondió ella—. Usted me consoló al hablarme con tanta bondad, aunque ni siquiera soy una de sus trabajadoras. Después, a la hora de comer, Booz la llamó: —Ven aquí y sírvete de la comida. Puedes mojar tu pan en el vinagre. De modo que Rut se sentó junto a los cosechadores, y Booz le dio a comer grano tostado. Ella comió todo lo que quiso y hasta le sobró. Cuando Rut regresó a trabajar, Booz ordenó a sus trabajadores: —Déjenla recoger espigas aun entre las gavillas, y no se lo impidan. Además, arranquen de los manojos algunas espigas de cebada y déjenlas caer a propósito. ¡Permítanle recogerlas y no la molesten! Así que Rut recogió cebada allí todo el día y cuando la desgranó por la tarde, llenó toda una canasta. Luego la cargó de vuelta al pueblo y la mostró a su suegra. También le dio el grano tostado que le había sobrado de su comida. —¿Dónde recogiste todo este grano hoy? —preguntó Noemí—. ¿Dónde trabajaste? ¡Que el SEÑOR bendiga al que te ayudó! Entonces Rut le contó a su suegra acerca del hombre en cuyo campo había trabajado. Le dijo: —El hombre con quien trabajé hoy se llama Booz. —¡Que el SEÑOR lo bendiga! —le dijo Noemí a su nuera—. Nos muestra su bondad no solo a nosotras, sino también a tu marido que murió. Ese hombre es uno de nuestros parientes más cercanos, uno de los redentores de nuestra familia.

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