Miqueas 6:9-11
Miqueas 6:9-11 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
La voz del SEÑOR clama a la ciudad y es de sabios temer a su nombre: «¡Escuchen, pueblo de Judá y asamblea de la ciudad! ¡Malvados! ¿Debo tolerar sus tesoros mal habidos y sus odiosas medidas adulteradas? ¿Debo tener por justas la balanza falsa y la bolsa de pesas alteradas?
Miqueas 6:9-11 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Habitantes de Jerusalén, escuchen las palabras de nuestro Dios: «Israelitas, ya no voy a soportar que sigan siendo tan malvados. Todo lo que hacen me disgusta. Se hacen ricos mediante el engaño; usan pesas y medidas falsas, y luego amontonan en sus casas todo lo que se han robado.
Miqueas 6:9-11 Reina Valera Contemporánea (RVC)
La voz del Señor clama a la ciudad. Es de sabios temer a su nombre. Presten ustedes atención al castigo y a quien lo establece: «El impío aún tiene en su casa riquezas mal habidas, y esas odiosas medidas falsas. ¿Y voy a tener por inocente al que tiene balanzas falsas y pesas engañosas?
Miqueas 6:9-11 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El Señor está llamando a la ciudad, y es sabio oírle con reverencia: «Escuchen, pueblo y consejeros de la ciudad: En la casa del malvado hay riquezas mal habidas y esas medidas falsas que aborrezco. ¿Cómo podré perdonar al que emplea balanzas alteradas y pesas falsas?
Miqueas 6:9-11 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
La voz de Jehová clama a la ciudad; es sabio temer a tu nombre. Prestad atención al castigo, y a quien lo establece. ¿Hay aún en casa del impío tesoros de impiedad, y medida escasa que es detestable? ¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas?
Miqueas 6:9-11 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶La voz del SEÑOR clamará a la ciudad (prudente es temer tu nombre): Oíd, oh tribu, ¿quién ha señalado su tiempo? ¿Hay todavía alguien en casa del impío con tesoros de impiedad y medida escasa que es maldita? ¿Puedo justificar balanzas falsas y bolsa de pesas engañosas?
Miqueas 6:9-11 Nueva Traducción Viviente (NTV)
¡Si son sabios, teman al SEÑOR! Su voz llama a todos en Jerusalén: «Los ejércitos de destrucción se acercan; el SEÑOR los envía. ¿Qué puedo decir de las casas de los perversos que se llenaron de riquezas obtenidas con estafa? ¿Qué de la práctica repugnante de pesar el grano con medidas falsas? ¿Cómo podré tolerar a tus mercaderes que usan balanzas y pesas adulteradas?