S. Mateo 21:10-17
S. Mateo 21:10-17 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió. —¿Quién es este? —preguntaban. —Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea —contestaba la gente. Jesús entró en el Templo y echó de allí a todos los que compraban y vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas. «Escrito está —dijo—: “Mi casa será llamada casa de oración”, pero ustedes la han convertido en “cueva de ladrones”». Se le acercaron en el Templo ciegos y cojos y los sanó. Pero, cuando los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley vieron que hacía cosas maravillosas y que los niños gritaban en el Templo: «¡Hosanna al Hijo de David!», se indignaron. —¿Oyes lo que esos están diciendo? —protestaron. —Claro que sí —respondió Jesús—; ¿no han leído nunca: »“En los labios de los pequeñitos y de los niños de pecho has puesto tu alabanza”?». Entonces los dejó y, saliendo de la ciudad, se fue a pasar la noche en Betania.
S. Mateo 21:10-17 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Cuando Jesús entró en la ciudad de Jerusalén, toda la gente se alborotó, y decía: —¿Quién es este hombre? Y los que venían con Jesús contestaban: —¡Es Jesús, el profeta! Él es de Nazaret, el pueblo de Galilea. Cuando Jesús entró en la ciudad de Jerusalén, fue al templo y empezó a sacar a todos los que estaban vendiendo y comprando cosas. Derribó las mesas de los que cambiaban dinero de otros países por dinero del templo, y también tiró los cajones de los que vendían palomas. Y les dijo: «Dios dice en la Biblia: “mi casa será llamada: ‘Casa de oración’.” Pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones.» Luego algunos ciegos, y otros que no podían caminar, se acercaron a Jesús, y él los sanó. Los sacerdotes principales y los maestros de la Ley se enojaron mucho al ver los milagros que él hacía, y al oír que los niños le gritaban alabanzas a Jesús, el Mesías. Por eso le dijeron: —¿Acaso no oyes lo que estos niños están diciendo? Jesús les contestó: —Los oigo bien. ¿No recuerdan lo que dice la Biblia?: “Los niños pequeños, los que aún son bebés, te cantarán alabanzas.” Luego Jesús salió de Jerusalén y se fue al pueblo de Betania. Allí pasó la noche.
S. Mateo 21:10-17 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Cuando Jesús entró en Jerusalén, todos en la ciudad se conmocionaron, y decían: «¿Quién es este?» La multitud decía: «Este es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea.» Al entrar Jesús en el templo de Dios, expulsó de allí a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: «Está escrito: “Mi casa será llamada casa de oración”, pero ustedes han hecho de ella una cueva de ladrones.» Mientras Jesús estaba en el templo, algunos ciegos y cojos se acercaron, y él los sanó. Pero al ver las cosas maravillosas que hacía, y que los muchachos lo aclamaban en el templo y decían: «¡Hosanna al Hijo de David!», los principales sacerdotes y los escribas se indignaron y le dijeron: «¿Oyes lo que estos dicen?» Y Jesús les dijo: «Lo oigo. ¿Acaso ustedes nunca leyeron: “De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza”?» Y dejándolos, se fue de la ciudad a Betania, donde pasó la noche.
S. Mateo 21:10-17 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se alborotó, y muchos preguntaban: —¿Quién es este? Y la gente contestaba: —Es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea. Jesús entró en el templo y echó de allí a todos los que estaban vendiendo y comprando. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero a la gente, y los puestos de los que vendían palomas; y les dijo: —En las Escrituras se dice: “Mi casa será declarada casa de oración”, pero ustedes están haciendo de ella una cueva de ladrones. Se acercaron a Jesús en el templo los ciegos y los cojos, y él los sanó. Pero cuando los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley vieron los milagros que hacía, y oyeron que los niños gritaban en el templo: «¡Hosana al Hijo del rey David!», se enojaron y dijeron a Jesús: —¿Oyes lo que esos están diciendo? Jesús les contestó: —Sí, lo oigo. Pero ¿no han leído ustedes la Escritura que habla de esto? Dice: “Con los cantos de los pequeños, de los niñitos de pecho, has dispuesto tu alabanza.” Entonces los dejó, y se fue de la ciudad a Betania, donde pasó la noche.
S. Mateo 21:10-17 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es este? Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea. Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y los sanó. Pero los principales sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! se indignaron, y le dijeron: ¿Oyes lo que estos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman Perfeccionaste la alabanza? Y dejándolos, salió fuera de la ciudad, a Betania, y posó allí.
S. Mateo 21:10-17 La Biblia de las Américas (LBLA)
Cuando Él entró en Jerusalén, toda la ciudad se agitó, y decían: ¿Quién es este? Y las multitudes contestaban: Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea. Y entró Jesús en el templo y echó fuera a todos los que compraban y vendían en el templo, y volcó las mesas de los cambistas y los asientos de los que vendían las palomas. Y les dijo*: Escrito está: «MI CASA SERá LLAMADA CASA DE ORACIóN», pero vosotros la estáis haciendo CUEVA DE LADRONES. Y en el templo se acercaron a Él los ciegos y los cojos, y los sanó. Pero cuando los principales sacerdotes y los escribas vieron las maravillas que había hecho, y a los muchachos que gritaban en el templo y que decían: ¡Hosanna al Hijo de David!, se indignaron y le dijeron: ¿Oyes lo que estos dicen? Y Jesús les respondió*: Sí, ¿nunca habéis leído: «DE LA BOCA DE LOS PEQUEÑOS Y DE LOS NIÑOS DE PECHO TE HAS PREPARADO ALABANZA»? Y dejándolos, salió fuera de la ciudad, a Betania, y se hospedó allí.
S. Mateo 21:10-17 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Toda la ciudad de Jerusalén estaba alborotada a medida que Jesús entraba. «¿Quién es este?», preguntaban. Y las multitudes contestaban: «Es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea». Jesús entró en el templo y comenzó a echar a todos los que compraban y vendían animales para el sacrificio. Volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas. Les dijo: «Las Escrituras declaran: “Mi templo será llamado casa de oración”, ¡pero ustedes lo han convertido en una cueva de ladrones!». Los ciegos y los cojos se acercaron a Jesús en el templo y él los sanó. Los principales sacerdotes y los maestros de la ley religiosa vieron esos milagros maravillosos y oyeron que hasta los niños en el templo gritaban: «Alaben a Dios por el Hijo de David». Sin embargo, los líderes estaban indignados. Le preguntaron a Jesús: —¿Oyes lo que dicen esos niños? —Sí —contestó Jesús—. ¿No han leído las Escrituras? Pues dicen: “A los niños y a los bebés les has enseñado a darte alabanza”. Luego regresó a Betania, donde pasó la noche.