S. Lucas 18:18-23
S. Lucas 18:18-23 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Un hombre importante le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?» Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie que sea bueno, sino solo Dios. Conoces los mandamientos: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre.» Aquel le dijo: «Todo esto lo he cumplido desde mi juventud.» Al oír esto, Jesús le dijo: «Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dáselo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después de eso, ven y sígueme.» Cuando aquel hombre oyó esto, se puso muy triste, porque era muy rico.
S. Lucas 18:18-23 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Cierto dirigente preguntó a Jesús: —Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna? —¿Por qué me llamas bueno? —respondió Jesús—. Nadie es bueno sino solo Dios. Ya sabes los mandamientos: “No cometas adulterio, no mates, no robes, no presentes falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre”. —Todo eso lo he cumplido desde que era joven —dijo el hombre. Al oír esto, Jesús añadió: —Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme. Cuando el hombre oyó esto, se entristeció mucho, pues era muy rico.
S. Lucas 18:18-23 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Un líder de los judíos fue a ver a Jesús y le preguntó: —Tú, que eres un maestro bueno, dime, ¿qué cosa debo hacer para tener vida eterna? Jesús le contestó: —¿Por qué dices que soy bueno? Solo Dios es bueno. Tú conoces bien los mandamientos: No seas infiel en el matrimonio, no mates, no robes, no mientas para hacerle daño a otra persona, obedece y cuida a tu padre y a tu madre. El líder le dijo: —¡He obedecido todos esos mandamientos desde que era un niño! Jesús le respondió: —Solo te falta hacer una cosa: Vende todo lo que tienes, y dales ese dinero a los pobres. Así, Dios te dará un gran premio en el cielo. Luego ven y conviértete en uno de mis seguidores. Cuando el líder oyó esto, se puso muy triste, porque era muy rico.
S. Lucas 18:18-23 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Uno de los jefes le preguntó a Jesús: —Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? Jesús le contestó: —¿Por qué me llamas bueno? Bueno solamente hay uno: Dios. Ya sabes los mandamientos: “No cometas adulterio, no mates, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie, y honra a tu padre y a tu madre.” El hombre le dijo: —Todo eso lo he cumplido desde joven. Al oír esto, Jesús le contestó: —Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme. Pero cuando el hombre oyó esto, se puso muy triste, porque era muy rico.
S. Lucas 18:18-23 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo Dios. Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre. Él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.
S. Lucas 18:18-23 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y cierto hombre prominente le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le respondió: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino solo uno, Dios. Tú sabes los mandamientos: «NO COMETAS ADULTERIO, NO MATES, NO HURTES, NO DES FALSO TESTIMONIO, HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE». Y él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. Cuando Jesús oyó esto, le dijo: Te falta todavía una cosa; vende todo lo que tienes y reparte entre los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme. Pero al oír esto, se puso muy triste, pues era sumamente rico.
S. Lucas 18:18-23 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Cierta vez, un líder religioso le hizo a Jesús la siguiente pregunta: —Maestro bueno, ¿qué debería hacer para heredar la vida eterna? —¿Por qué me llamas bueno? —le preguntó Jesús—. Solo Dios es verdaderamente bueno; pero para contestar a tu pregunta, tú conoces los mandamientos: “No cometas adulterio; no cometas asesinato; no robes; no des falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre”. El hombre respondió: —He obedecido todos esos mandamientos desde que era joven. Cuando Jesús oyó su respuesta, le dijo: —Hay una cosa que todavía no has hecho. Vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme. Cuando el hombre oyó esto, se puso triste porque era muy rico.