Isaías 8:5-22
Isaías 8:5-22 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Otra vez volvió Jehová a hablarme, diciendo: Por cuanto desechó este pueblo las aguas de Siloé, que corren mansamente, y se regocijó con Rezín y con el hijo de Remalías; he aquí, por tanto, que el Señor hace subir sobre ellos aguas de ríos, impetuosas y muchas, esto es, al rey de Asiria con todo su poder; el cual subirá sobre todos sus ríos, y pasará sobre todas sus riberas; y pasando hasta Judá, inundará y pasará adelante, y llegará hasta la garganta; y extendiendo sus alas, llenará la anchura de tu tierra, oh Emanuel. Reuníos, pueblos, y seréis quebrantados; oíd, todos los que sois de lejanas tierras; ceñíos, y seréis quebrantados; disponeos, y seréis quebrantados. Tomad consejo, y será anulado; proferid palabra, y no será firme, porque Dios está con nosotros. Porque Jehová me dijo de esta manera con mano fuerte, y me enseñó que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo: No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración; ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo. A Jehová de los ejércitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo. Entonces él será por santuario; pero a las dos casas de Israel, por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén. Y muchos tropezarán entre ellos, y caerán, y serán quebrantados; y se enredarán y serán apresados. Ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos. Esperaré, pues, a Jehová, el cual escondió su rostro de la casa de Jacob, y en él confiaré. He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová somos por señales y presagios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos, que mora en el monte de Sion. Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos? ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido. Y pasarán por la tierra fatigados y hambrientos, y acontecerá que teniendo hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios, levantando el rostro en alto. Y mirarán a la tierra, y he aquí tribulación y tinieblas, oscuridad y angustia; y serán sumidos en las tinieblas.
Isaías 8:5-22 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
El SEÑOR volvió a decirme: «Por cuanto este pueblo ha rechazado las mansas corrientes de Siloé y se regocija con Rezín y con el hijo de Remalías, el Señor está a punto de traer contra ellos las impetuosas crecientes del río Éufrates: al rey de Asiria con toda su gloria. Rebasará todos sus canales, desbordará todas sus orillas; pasará hasta Judá, la inundará y crecerá hasta llegarle al cuello. Sus alas extendidas, ¡oh Emanuel!, cubrirán la anchura de tu tierra». ¡Alcen el grito de guerra, pueblos, pues serán derrotados! ¡Escuchen, tierras distantes! ¡Prepárense para la guerra, pues serán destrozadas! ¡Prepárense para la guerra, pues serán destrozadas! Tracen su estrategia, pero será desbaratada; propongan su plan, pero no se realizará, porque Dios está con nosotros. El SEÑOR me habló fuertemente y me advirtió que no siguiera el camino de este pueblo. Me dijo: «No digan ustedes que es conspiración todo lo que llama conspiración esta gente; no teman lo que ellos temen ni se dejen asustar. Solo al SEÑOR de los Ejércitos tendrán ustedes por santo, solo a él deben honrarlo, solo a él han de temerlo. Él será un santuario. Pero será una piedra de tropiezo para las dos casas de Israel; una roca que los hará caer. ¡Será para los habitantes de Jerusalén un lazo y una trampa! Muchos de ellos tropezarán; caerán y serán quebrantados, se les tenderán trampas y en ellas quedarán atrapados». Guarda bien el testimonio; sella la Ley entre mis discípulos. El SEÑOR ha escondido su rostro del pueblo de Jacob, pero yo esperaré en él, pues en él tengo puesta mi esperanza. Aquí me tienen, con los hijos que el SEÑOR me ha dado. Somos en Israel señales y presagios del SEÑOR de los Ejércitos, que habita en el monte Sión. Si alguien les dice: «Consulten a las médiums y a los espiritistas que susurran y musitan; ¿acaso no es deber de un pueblo consultar a sus dioses y a los muertos en favor de los vivos?», yo les digo: «¡Aténganse a la Ley y al testimonio!». Para quienes no se atengan a esto no habrá un amanecer. Ustedes habrán de enfurecerse cuando, angustiados y hambrientos, vaguen por la tierra. Levantando los ojos al cielo, maldecirán a su rey y a su Dios y, clavando la mirada en la tierra, solo verán aflicción, tinieblas y espantosa penumbra; ¡serán arrojados a una oscuridad total!
Isaías 8:5-22 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Luego Dios me volvió a decir: «Yo soy tranquilo, como las aguas del estanque de Siloé. Pero esta gente de Judá me ha despreciado, pues tiene miedo de Resín y de Pécah, los reyes de Siria y de Israel. »Por eso enviaré contra Judá al ejército de Asiria. Los asirios la atacarán y la destruirán, como cuando se inunda el río Éufrates, y el agua se desborda por todos sus canales cubriendo todo lo que se pone en su camino. Los enemigos asirios llegarán hasta Judá como cuando llega una gran inundación. Atacarán como un águila, que con sus alas extendidas, se lanza sobre toda la tierra. ¡Pero Dios está con nosotros! »¡Escuchen esto, naciones lejanas, de nada sirve que se preparen para la guerra! Aunque se armen hasta los dientes, quedarán aterrorizados y destruidos. De nada servirán sus planes, pues Dios los hará fracasar. Aunque llamen a la batalla, nadie les hará caso, pues Dios está con nosotros». Dios me tomó fuertemente con su mano y me advirtió que no me comportara como los de Judá. También me dio este mensaje para ellos: «No llamen “conspiración” a todo lo que la gente llama “conspiración”. A la gente le da miedo cuando los reyes se juntan para hacer planes de guerra. Pero ustedes no deben asustarse ni tener miedo. Yo soy el Dios todopoderoso y es a mí a quien deben adorar y temer. De lo contrario, seré para ustedes como una trampa, en la que caerán todos los habitantes de Jerusalén. Seré como una piedra con la que tropezarán los dos reinos de Israel. Muchos tropezarán, caerán y morirán; muchos caerán en la trampa y quedarán atrapados». Entonces Isaías les dijo a sus discípulos: «Mantengan en secreto mis mensajes y las enseñanzas que les he dado. Dios está enojado con su pueblo, pero yo confío en su bondad, y en él he puesto mi esperanza. Dios vive en el monte Sión, y él me ha dado hijos para que juntos sirvamos de advertencia a su pueblo. »Seguramente la gente les dirá: “Todos los pueblos consultan a sus dioses y les piden instrucciones o mensajes. Vayan ustedes y consulten a los brujos y adivinos, para que les digan qué va a suceder”. »¡Pero no hagan caso, son puras tonterías! »La gente irá de un lado para el otro, hambrienta y maltratada; el hambre los pondrá furiosos y maldecirán a su rey y a sus dioses. Mirarán por todas partes y solo verán miseria y angustia. ¡Vivirán en la más terrible oscuridad!
Isaías 8:5-22 Reina Valera Contemporánea (RVC)
El Señor me habló una vez más, y me dijo: «Este pueblo rechazó las aguas de Siloé, que corren tranquilas, y se sintió feliz con Resín y con el hijo de Remalías.» Por lo tanto, el Señor hará que los inunden por completo las impetuosas y abundantes aguas del río, es decir, hará que el rey de Asiria los inunde con todo su poder. Y ese rey cubrirá todos sus ríos, y rebasará todas sus riberas; y llegará hasta Judá y la inundará, y seguirá adelante y le llegará hasta la garganta; luego, oh Emanuel, extenderá sus alas y llenará la tierra en toda su extensión. ¡Reúnanse ustedes, pueblos, que serán derrotados! Escuchen ustedes, gente de lejanas tierras: pueden prepararse para la batalla, ¡pero serán totalmente derrotados! Pueden confabularse, pero no tendrán éxito; pueden hablar cuanto quieran, pero nada acontecerá, porque Dios está con nosotros. Ciertamente el Señor me habló con firmeza, y me dio instrucciones de no ir por el camino de este pueblo. Me dijo así: «No llamen ustedes conspiración a todo lo que este pueblo llama conspiración. No tengan miedo, ni teman lo que ellos temen. Santifiquen al Señor de los ejércitos, y solo a él. Que él sea para ustedes la única razón de su temor. Hagan de él su santuario. Pero para las dos casas de Israel será una piedra de tropiezo, que los hará caer; y para los habitantes de Jerusalén les será una trampa, una red. Muchos de ellos tropezarán; y caerán y serán destrozados; y se enredarán y quedarán apresados. »Ata el testimonio; ponle un sello a mi enseñanza entre mis discípulos.» Yo esperaré al Señor, que escondió su rostro de la casa de Jacob. En él confiaré. Aquí estoy yo, con los hijos que el Señor me ha dado. Somos en Israel señales portentosas de parte del Señor de los ejércitos, que habita en el monte Sión. Si alguien les dice: «Consulten a los encantadores y a los adivinos, a los que hablan con susurros», ustedes respondan: «¿Acaso no es a su Dios a quien el pueblo debe consultar? ¿Acaso tiene que consultar a los muertos acerca de los vivos?» ¡A la enseñanza y al testimonio! Si sus palabras no corresponden a esto, es porque no les ha amanecido. Y pasarán por la tierra fatigados y hambrientos. Y cuando tengan hambre, se enojarán y, de cara al cielo, maldecirán a su rey y a su Dios. Y cuando miren a la tierra, solo verán tribulación y tinieblas, oscuridad y angustia; ¡y en las tinieblas se hundirán!
Isaías 8:5-22 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Y de nuevo me dijo el Señor: «Ya que por miedo a Resín y al hijo de Remalías desprecia esta gente el agua de Siloé, que corre mansamente, el Señor los va a inundar con la violenta corriente del río Éufrates (es decir, el rey de Asiria con todo su poder). Se desbordará por todos sus canales, se saldrá por todas las orillas, pasará hasta Judá y la cubrirá, la inundará, le llegará hasta el cuello. Será como un ave con las alas extendidas, que cubrirá, Emanuel, toda tu tierra.» Reúnanse, naciones, y llénense de espanto; escuchen esto, todos los países lejanos: por más que tomen las armas, quedarán espantados; sí, por más que tomen las armas, quedarán espantados. Hagan planes, que serán desbaratados; propongan lo que quieran, que no se realizará, porque Dios está con nosotros., El Señor me tomó fuertemente con su mano y me advirtió que no siguiera el camino de esta gente. Me dijo: «No llamen ustedes conspiración a todo lo que este pueblo llama conspiración. No se asusten ni tengan miedo por todo lo que a ellos les da miedo. Al Señor todopoderoso es a quien hay que tener por santo; a él es a quien hay que temer; hay que tener miedo en su presencia. Él será para ustedes como una trampa; será la piedra con la que tropezarán, la cual hará caer a los dos reinos de Israel; será como una trampa en la que caerán los habitantes de Jerusalén. Muchos tropezarán, caerán y morirán; muchos caerán en la trampa, y quedarán atrapados.» Guarden bien este mensaje; mantengan ocultas estas instrucciones, estas enseñanzas mías. Aunque el Señor se oculta del pueblo de Jacob, yo confío en él. En él he puesto mi esperanza. Yo y los hijos que me dio el Señor somos señales milagrosas para Israel, puestas por el Señor todopoderoso que vive en el monte Sión. Sin duda la gente les dirá a ustedes: «Consulten a los espíritus de los muertos y a esos adivinos que cuchichean y susurran. ¿Acaso no debe un pueblo consultar a sus dioses, y pedir consejo a los muertos acerca de los vivos para recibir una instrucción o un mensaje?» Sin duda que hablarán así, pero lo que dicen es una tontería. La gente irá de una parte a otra, oprimida y con hambre, y por el hambre se pondrán furiosos. Maldecirán a su rey y a sus dioses. Volverán la cara hacia arriba y después mirarán al suelo, y no encontrarán más que miseria y oscuridad, tinieblas y angustia. Todo lo cubrirá la noche.
Isaías 8:5-22 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y volvió el SEÑOR a hablarme de nuevo, diciendo: Por cuanto este pueblo ha rehusado las aguas de Siloé que corren mansamente, y se ha regocijado en Rezín y en el hijo de Remalías, por tanto, he aquí, el Señor va a traer sobre ellos las aguas impetuosas y abundantes del Eufrates, es decir, al rey de Asiria con toda su gloria, que se saldrá de todos sus cauces y pasará sobre todas sus riberas. Fluirá con ímpetu en Judá, inundará y seguirá adelante, hasta el cuello llegará, y la extensión de sus alas llenará la anchura de tu tierra, oh Emmanuel. ¶Quebrantaos, pueblos, que seréis destrozados; prestad oído, confines todos de la tierra; ceñíos, que seréis destrozados; ceñíos, que seréis destrozados. Trazad un plan, y será frustrado; proferid una palabra, y no permanecerá, porque Dios está con nosotros. Pues así me habló el SEÑOR con gran poder y me instruyó para que no anduviera en el camino de este pueblo, diciendo: No digáis: «Es conspiración», a todo lo que este pueblo llama conspiración, ni temáis lo que ellos temen, ni os aterroricéis. Al SEÑOR de los ejércitos es a quien debéis tener por santo. Sea Él vuestro temor, y sea Él vuestro terror. Entonces Él vendrá a ser santuario; pero piedra de tropiezo y roca de escándalo para ambas casas de Israel, y lazo y trampa para los habitantes de Jerusalén. Muchos tropezarán allí, y caerán y serán quebrantados; serán enlazados y apresados. Ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos. Aguardaré al SEÑOR que esconde su rostro de la casa de Jacob; sí, a Él esperaré. He aquí, yo y los hijos que el SEÑOR me ha dado estamos por señales y prodigios en Israel, de parte del SEÑOR de los ejércitos que mora en el monte Sión. Y cuando os digan: Consultad a los médium y a los adivinos que susurran y murmuran, decid: ¿No debe un pueblo consultar a su Dios? ¿Acaso consultará a los muertos por los vivos? ¡A la ley y al testimonio! Si no hablan conforme a esta palabra, es porque no hay para ellos amanecer. Y pasarán por la tierra oprimidos y hambrientos; y sucederá que cuando tengan hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios, volviendo el rostro hacia arriba. Después mirarán hacia la tierra, y he aquí, tribulación y tinieblas, lobreguez y angustia, y serán lanzados a la oscuridad.
Isaías 8:5-22 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Entonces el SEÑOR volvió a hablar conmigo y me dijo: «Mi cuidado del pueblo de Judá es como el delicado fluir de las aguas de Siloé, pero ellos lo han rechazado. Se alegran por lo que les sucederá al rey Rezín y al rey Peka. Por lo tanto, el Señor los arrollará con una poderosa inundación del río Éufrates, el rey de Asiria con toda su gloria. La inundación desbordará todos los canales y cubrirá a Judá hasta la barbilla. Extenderá sus alas y sumergirá a tu tierra de un extremo al otro, oh Emanuel. »Reúnanse, naciones, y llénense de terror. Escuchen, todas ustedes, tierras lejanas: prepárense para la batalla, ¡pero serán aplastadas! Sí, prepárense para la batalla, ¡pero serán aplastadas! Convoquen a sus asambleas de guerra, pero no les servirán de nada; desarrollen sus estrategias, pero no tendrán éxito, ¡porque Dios está con nosotros!». SEÑOR El SEÑOR me dio una firme advertencia de no pensar como todos los demás. Me dijo: «No llames conspiración a todo, como hacen ellos, ni vivas aterrorizado de lo que a ellos les da miedo. Ten por santo en tu vida al SEÑOR de los Ejércitos Celestiales; él es a quien debes temer. Él es quien te debería hacer temblar. Él te mantendrá seguro. En cambio, para Israel y Judá será una piedra que hace tropezar a muchos, una roca que los hace caer. Y para el pueblo de Jerusalén será una red y una trampa. Muchos tropezarán y caerán y no volverán a levantarse; caerán en la trampa y serán capturados». Preserva las enseñanzas de Dios; confía sus instrucciones a quienes me siguen. Yo esperaré al SEÑOR, que se ha apartado de los descendientes de Jacob; pondré mi esperanza en él. Yo y los hijos que el SEÑOR me ha dado servimos como señales y advertencias a Israel de parte del SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, quien habita en su templo en el monte Sion. Tal vez alguien les diga: «Preguntemos a los médiums y a los que consultan los espíritus de los muertos; con sus susurros y balbuceos nos dirán qué debemos hacer». Pero ¿acaso no deberá el pueblo pedirle a Dios que lo guíe? ¿Deberían los vivos buscar orientación de los muertos? ¡Busquen las instrucciones y las enseñanzas de Dios! Quienes contradicen su palabra están en completa oscuridad. Irán de un lugar a otro, fatigados y hambrientos. Y porque tienen hambre, se pondrán furiosos y maldecirán a su rey y a su Dios. Levantarán la mirada al cielo y luego la bajarán a la tierra, pero dondequiera que miren habrá problemas, angustia y una oscura desesperación. Serán lanzados a las tinieblas de afuera.