Hechos 13:32-33
Hechos 13:32-33 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Nosotros también les anunciamos a ustedes las buenas noticias de la promesa que Dios hizo a nuestros padres: Dios la ha cumplido en sus hijos, es decir, en nosotros, al resucitar a Jesús. Así está escrito en el salmo segundo, que dice: “Tú eres mi hijo. Hoy te he engendrado.”
Hechos 13:32-33 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
»Nosotros les anunciamos las buenas noticias respecto a la promesa hecha a nuestros antepasados. Dios nos la ha cumplido plenamente a nosotros, los descendientes de ellos, al resucitar a Jesús. Como está escrito en el segundo salmo: »“Tú eres mi Hijo; hoy mismo te he engendrado”.
Hechos 13:32-33 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»Dios prometió a nuestros antepasados que enviaría a un salvador, y nosotros les estamos dando esa buena noticia: Dios ha cumplido su promesa, pues resucitó a Jesús. Todo sucedió como dice en el segundo salmo: “Tú eres mi Hijo; desde hoy soy tu padre.”
Hechos 13:32-33 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
»Así que nosotros les estamos anunciando a ustedes esta buena noticia: La promesa que Dios hizo a nuestros antepasados, nos la ha cumplido a nosotros, que somos los descendientes. Esto lo ha hecho al resucitar a Jesús, como está escrito en el salmo segundo: “Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.”
Hechos 13:32-33 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres, la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.
Hechos 13:32-33 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y nosotros os anunciamos la buena nueva de que la promesa hecha a los padres, Dios la ha cumplido a nuestros hijos al resucitar a Jesús, como también está escrito en el salmo segundo: HIJO MíO ERES Tú; YO TE HE ENGENDRADO HOY.
Hechos 13:32-33 Nueva Traducción Viviente (NTV)
»Y ahora nosotros estamos aquí para traerles la Buena Noticia. La promesa fue dirigida a nuestros antepasados. Y ahora Dios nos la cumplió a nosotros, los descendientes, al resucitar a Jesús. Esto es lo que el segundo salmo dice sobre Jesús: “Tú eres mi Hijo. Hoy he llegado a ser tu Padre”.