S. Marcos 3:1, 2, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12
S. Marcos 3:1 RVR1960
Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano.
S. Marcos 3:2 RVR1960
Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle.
S. Marcos 3:4 RVR1960
Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban.
S. Marcos 3:5 RVR1960
Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana.
S. Marcos 3:6 RVR1960
Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.
S. Marcos 3:7 RVR1960
Mas Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y le siguió gran multitud de Galilea. Y de Judea
S. Marcos 3:8 RVR1960
de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón, oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a él.
S. Marcos 3:9 RVR1960
Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no le oprimiesen.
S. Marcos 3:10 RVR1960
Porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él.
S. Marcos 3:11 RVR1960
Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.
S. Marcos 3:12 RVR1960
Mas él les reprendía mucho para que no le descubriesen.