YouVersion Logo
Search Icon

S. Lucas 13:22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35

S. Lucas 13:22 RVR1960

Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén.

S. Lucas 13:23 RVR1960

Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo

S. Lucas 13:24 RVR1960

Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.

S. Lucas 13:25 RVR1960

Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois.

S. Lucas 13:26 RVR1960

Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste.

S. Lucas 13:27 RVR1960

Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad.

S. Lucas 13:28 RVR1960

Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos.

S. Lucas 13:29 RVR1960

Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.

S. Lucas 13:30 RVR1960

Y he aquí, hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros.

S. Lucas 13:31 RVR1960

Aquel mismo día llegaron unos fariseos, diciéndole: Sal, y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.

S. Lucas 13:32 RVR1960

Y les dijo: Id, y decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra.

S. Lucas 13:33 RVR1960

Sin embargo, es necesario que hoy y mañana y pasado mañana siga mi camino; porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.

S. Lucas 13:34 RVR1960

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!

S. Lucas 13:35 RVR1960

He aquí, vuestra casa os es dejada desierta; y os digo que no me veréis, hasta que llegue el tiempo en que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor.