Juan 8:1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 9, 10, 11
Juan 8:2 NVI
Al amanecer se presentó de nuevo en el Templo. Toda la gente se le acercó, y él se sentó a enseñarles.
Juan 8:3 NVI
Entonces, los maestros de la Ley y los fariseos llevaron a una mujer sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio del grupo
Juan 8:4 NVI
dijeron a Jesús: —Maestro, a esta mujer se le ha sorprendido en el acto mismo de adulterio.
Juan 8:5 NVI
En la Ley Moisés nos ordenó apedrear a tales mujeres. ¿Tú qué dices?
Juan 8:6 NVI
Con esta pregunta le estaban tendiendo una trampa, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y con el dedo comenzó a escribir en el suelo.
Juan 8:7 NVI
Y como ellos lo acosaban a preguntas, Jesús se incorporó y les dijo: —Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
Juan 8:9 NVI
Al oír esto, se fueron retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos, hasta dejar a Jesús solo con la mujer, que aún seguía allí.
Juan 8:10 NVI
Entonces él se incorporó y le preguntó: —Mujer, ¿dónde están? ¿Ya nadie te condena?
Juan 8:11 NVI
—Nadie, Señor. Jesús dijo: —Tampoco yo te condeno. Ahora vete, y no vuelvas a pecar.