Luego el SEÑOR le dijo a Moisés: «Haz un lavamanos de bronce con una base también de bronce. Ubícalo entre el tabernáculo y el altar, y llénalo de agua. Allí Aarón y sus hijos se lavarán las manos y los pies. Tendrán que lavarse con agua cada vez que entren al tabernáculo para presentarse delante del SEÑOR y también cuando se acerquen al altar para quemar sus ofrendas especiales para el SEÑOR; de lo contrario, ¡morirán! Tendrán que lavarse las manos y los pies siempre, o morirán. Esta es una ley perpetua para Aarón y sus descendientes; tendrán que obedecerla de generación en generación». Luego el SEÑOR le dijo a Moisés: «Recoge especias selectas —seis kilos de mirra pura; tres kilos de canela aromática; tres kilos de cálamo aromático; y seis kilos de casia— calculado según el peso del siclo del santuario. Consigue también cuatro litros de aceite de oliva. Con la misma técnica que emplea un experto fabricante de incienso, combina estos ingredientes para elaborar el aceite sagrado de la unción. Utiliza este aceite sagrado para ungir el tabernáculo, el arca del pacto, la mesa y todos sus utensilios, el candelabro y todos sus accesorios, el altar del incienso, el altar de las ofrendas quemadas y todos sus utensilios, y el lavamanos con su base. Conságralos para que sean completamente santos. Después todo lo que tenga contacto con estos objetos se volverá santo. »Unge a Aarón y a sus hijos, a fin de consagrarlos para que me sirvan como sacerdotes. Y dile al pueblo de Israel: “Este aceite santo de la unción está reservado para mí de generación en generación. Nunca será usado para ungir a ninguna otra persona ni deberán preparar una mezcla igual para ustedes. Es aceite consagrado y tienen que tratarlo como tal. Cualquiera que prepare una mezcla igual a esta o unja a alguien que no sea un sacerdote será excluido de la comunidad”». Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: «Junta especias aromáticas —gotas de resina, caparazón de moluscos y gálbano— y mezcla estas especias aromáticas con incienso puro, todo en cantidades iguales. Con la misma técnica que emplea el fabricante de incienso, combina todas las especias y rocíalas con sal para producir un incienso puro y santo. Muele una parte de la mezcla hasta convertirla en un polvo fino y colócalo frente al arca del pacto, donde me encontraré contigo en el tabernáculo. Todos deben tratar este incienso como algo sumamente santo. Nunca usen la fórmula para elaborar incienso para ustedes; está reservada para el SEÑOR, y deben tratarlo como algo santo. Cualquiera que prepare incienso igual a este para uso propio será excluido de la comunidad».
Leer Éxodo 30
Escuchar Éxodo 30
Compartir
Comparar todas las versiones: Éxodo 30:17-38
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos