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1 Crónicas 18:7-17

1 Crónicas 18:7-17 NTV

David llevó a Jerusalén los escudos de oro de los oficiales de Hadad-ezer, junto con una gran cantidad de bronce de las ciudades de Teba y de Cun, que pertenecían a Hadad-ezer. Tiempo después Salomón fundió el bronce y moldeó un enorme tazón de bronce llamado el Mar, además de las columnas y los diversos objetos de bronce usados en el templo. Cuando Toi, rey de Hamat, se enteró de que David había destruido a todo el ejército de Hadad-ezer, rey de Soba, envió a su hijo Joram para felicitar al rey David por su exitosa campaña. Hadad-ezer y Toi habían sido enemigos y con frecuencia estaban en guerra. Joram le obsequió a David muchos regalos de oro, de plata y de bronce. El rey David dedicó todos estos regalos al SEÑOR, junto con el oro y la plata que había traído de las otras naciones: de Edom, de Moab, de Amón, de Filistea y de Amalec. Abisai, hijo de Sarvia, aniquiló a dieciocho mil edomitas en el valle de la Sal. Puso guarniciones militares en Edom, y los edomitas se convirtieron en súbditos de David. Es más, el SEÑOR le daba la victoria a David dondequiera que iba. De modo que David reinó sobre todo Israel e hizo lo que era justo y correcto para su pueblo. Joab, hijo de Sarvia, era el comandante del ejército; Josafat, hijo de Ahilud, era el historiador del reino. Sadoc, hijo de Ahitob, y Ahimelec, hijo de Abiatar, eran los sacerdotes; Seraías era el secretario de la corte. Benaía, hijo de Joiada, era el capitán de la guardia personal del rey, y los hijos de David servían como ayudantes principales del rey.