TITO 3:4-7
Pero ahora se han hecho patentes la bondad y el amor que Dios, nuestro Salvador, tiene a los seres humanos. Él nos ha salvado no en virtud de nuestras buenas obras, sino por su misericordia; y lo ha hecho por medio del lavamiento que nos hace nacer de nuevo y por medio de la renovación del Espíritu Santo que Dios ha derramado sobre nosotros con abundancia a través de nuestro Salvador Jesucristo. Justificados así por la gracia de Dios, hemos sido constituidos herederos con la esperanza de recibir la vida eterna.
TITO 3:4-7