El Hilo Rojo: La Historia De RedenciónMuestra

La consecuencia de alejarnos de Dios es perder una relación perfecta con Él y enemistarse con Él a causa del pecado.

Dios no creó a Adán y Eva para que vivieran como deseaban, sin tener claro sus propósitos y roles, y sin reconocer a Dios como su Creador y autoridad. Por eso, Dios les dio un mandato, un único mandato —por cierto, es la primera vez que Dios habla en negativo—:no comerán del árbol de la ciencia del bien y del mal.

Este árbol los alimentaría, por así decirlo, de un conocimiento que Dios sabía que no podrían manejar; su bondad es inherente en su mandato. Sin embargo, una serpiente astuta se acercó a sus hijos, hechos a su imagen y semejanza (Gn 1:26) —sus representantes—, específicamente a Eva, para engañarla acerca de la bondad de Dios en ese mandato.

La serpiente le vendió la idea de desobedecer a Dios al decirle: “Pues Dios sabe que el día que de él coman, se les abrirán los ojos y ustedes serán como Dios, conociendo el bien y el mal” (Gn 3:5). Sabemos, por Apocalipsis, que esta serpiente es el diablo (Ap 20:2), quien cayó de ser el ángel de luz. Por lo tanto, busca hacer lo mismo con las criaturas amadas por Dios, hacerlas caer.

Lo cierto es que, gracias a esta transgresión cósmica, no solo ellos cayeron de estar perfectamente en la presencia de Dios, sino que su relación con Él se rompió. Los hijos que engendraran estarían manchados de esa desobediencia, del pecado (Gn 5:1-5), hasta nosotras (Ro 5:19).

Así como Adán y Eva, no creemos a Dios y queremos ser como Él en cómo llevar nuestra vida, aún siendo cristianas confiamos en nosotras y en nuestro esfuerzo, y no en Él.

Caímos y nos llenamos de orgullo y amor por nosotras mismas. El pecado nos ha cegado a tal punto que, incluso sabiendo que podemos encontrarlo con los brazos abiertos en su Palabra, corremos hacia el otro lado, hacia nuestros ídolos y nuestras comodidades. Pero recuerda, hay esperanza en su bondad.

APRENDE-VIVE-LIDERA

• Aprende: ¿Qué significa la caída?
• Vive: Lee todo Génesis 3 y Romanos 5. Escribe tus meditaciones.
• Lidera: Comparte con otras

ORACIÓN

Oremos.Señor, gracias por Tu bondad en mi vida. Perdóname por las veces que culpo a las situaciones o personas por mi pecado, sin tener la esperanza de correr a ti. Ayúdame a ver Tu bondad en Tu corrección diaria para alejarme de vivir en mi pecado. En Cristo, amén.